16.-El ramo de la promesa

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Cuando Yul estuvo a metros de llegar a la carpa de su amo, la señora Edwards había salido con pasos lentos del interior. El servidor de Perriett se inclinó sin mirar a la mujer y luego de pasar por su lado se apresuró a entrar a la carpa. 

El duque Perriett tenía la camisa abierta de par en par con el cabello suelto. De alguna forma sentirse sofocado por la presencia de su madre le había hecho realizar aquello en menos de segundos. El calor era insoportable aún cuando era otoño.


-!Mi señor!-Yul creyó que el duque había tenido alguno de sus accidentes relacionados a los brebajes que tomaba ya que estaba con ambas manos apoyadas en la mesa y de espaldas-¿se encuentra bien?

El peliplateado volteó y al ver el rostro asustado de su sirviente, asintió-Solo tuve mucho calor...

-Debe ser la dosis que tomó hoy-dijo Yul mientras rebuscaba entre las cosas de su maleta un frasco-Le daré de beber unas hierbas que el doctor nos dejó.


El duque negó. 


-Mi señor, he visto ese rostro muchas veces en mis años de servicio-Yul terco como siempre sacó el frasco de color verdoso-Por favor, déjeme ayudarlo.


Perriett observó la determinación en la mirada del joven y nada pudo hacer para esquivar una ayuda. Yul sonrió y le entregó el frasco que en segundos el duque se bebió. La bebida tenía un sabor amargo al cual se había acostumbrado, sin embargo, tomó un vaso de agua enseguida para despejar la esencia de su boca. 


-Verá mi señor que supe de la visita de la ex duquesa...-Yul guardó el frasco y cerró la maleta-Asumo que su estado se debe en parte a ella.

-No es nada nuevo, Yul.

El joven sonrió con tristeza-Lamentablemente-hubo un silencio-!V-Voy a arreglarle la camisa!

-¿Hermano?-la voz de Elyse se oyó a través de las telas de la carpa-¿Estás ahí?


El duque volteó en dirección a la entrada y Yul hizo lo mismo pero de forma más brusca.


-Voy a entrar quieras o no-Elyse habló con diversión.

-Señora Elyse, creo que mejor sería esperar afuera.

-!Mi señora, no...!

-!Elyse!


Fue muy tarde. La imprudencia de la hermana mayor fue más fuerte que las advertencias y sosteniendo de la muñeca a Jade ingresó a la carpa de su hermana. La imagen fue de admirar. Yul tenía el rostro preocupado y avergonzado mientras sostenía la camisa del duque y este a su vez extendía la mano tratando de impedir la entrada de su entrometida hermana.

Parecían estatuas en comparación al rostro de sorpresa de Jade y la sonrisa socorrona de Elyse.


-!Que hermosa bienvenida!-Elyse aplaudió dejando la muñeca de Jade quién cubrió sus ojos un poco por la vergüenza que sentía en aquel momento-O debería decir atrevida y sensual, creo.

-!E-Elyse!-el duque tartamudeó como nunca y Yul soltó la camisa de su amo para poner sus manos torpemente sobre su vientre imitando una posición de sumisión ante los nobles.

El secreto de la familia Edwards |Jerrie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora