32.-Relicario

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Liana no era una buena persona. 

Ella no era capaz de contar sus más profundos deseos o los gustos que rodeaban sus pensamientos. Tampoco es que fuese obligatorio ser transparente con todos, pero...ocultar esa sombría parte bajo una apariencia seria y recatada podía ser peligroso. Aún en el contexto, aún en el tipo de familia que había crecido y aún con la presencia de una imponente mujer. 

Liana no podía ni se atrevía ser transparente aún con su propia consciencia. Pensar algo fugaz o sentir un calor repentinamente momentáneo podía estar en el límite de lo establecido. Era un desliz aceptable más no un estado constante. Además, ¿qué persona no se había visto deleitada por un círculo constante de deslices? Era natural y casi innato que los seres humanos se vieran seducidos por la tentación de lo "malévolo" y cayeran estrepitosamente. No obstante, Liana era distinta. Ella no caía estrepitosamente en la tentación sino que sabía el límite que lo separaba de lo correcto y solamente gustaba del placentero círculo de deslices que había aceptado su ser.

Siendo así, Liana no podía considerarse una buena persona ni mucho menos sincera con los demás. 


-Uhm.


Liana parpadeó al oír el quejido extenso de su hermana menor. 


-¿Tienes sueño?


Marie negó. Las sirvientas se habían alejado ya con los servicios de los postres y habían dejado solo las tazas de las dos señoritas de la casa. Minutos antes el barón Morells excusó su repentina escapatoria a mitad de la cena por unos asuntos urgentes olvidados.


-Uhm.

-Marie, ¿Algo pasó?-preguntó nuevamente Liana posando sus dedos en el asa.

-Eso debería preguntarte a ti-la menor de las Morells la miró de frente y sin tapujos continuó-Tienes ese tipo de mirada de nuevo. 

Liana, temiendo que su hermana notara su estado, mantuvo la calma y contestó-No sé a qué te refieres.

-Bien, trata de evadirlo-dijo Marie poniéndose de pie-Aún no estas lista para contármelo por lo que tendré que esperar paciente-Liana permaneció en silencio sin siquiera seguir con la mirada a su hermana-Seguro tiene algo que ver con tu repentina reunión con Berlot y la señora Elyse. Tranquila, tranquila, no estoy exigiendo que me contradigas para obtener una respuesta. Te dije que esperaría ¿no? Aunque tengo que admitir; me lastima un poco tu falta de confianza en mí-Marie sonrió con una pequeña mueca infantil. Liana rió suave sin poder evitarlo-Trato de comprender y estoy siendo paciente por primera vez, no pierdas la oportunidad de acercarte a mí cuando estés lista ¿entendido?

-No me hables como si fueras la mayor aquí.

-Pero soy la mayor aquí ahora-contestó Marie cruzando brazos-¿O no estoy siendo valiente al enfrentarte a ti y a tu meditabunda máscara?

Liana no lo pudo evitar y soltó un suspiro: Marie la conocía demasiado bien como para insistir con palabras contundentes-Comprendo. No es necesario que continúes. 

-Recuerda, seré paciente.

-Veo-dijo burlonamente Liana.

-Lo de ahora fue un empujón provocado por tu altanero ego de hermana mayor-Marie sacó la lengua-Me iré a dormir primero. Todo el día estuve cabalgando y conversar contigo agotó las pocas energías que tenía. 

El secreto de la familia Edwards |Jerrie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora