50.-Revelación

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El reinado de los Spielberg en Nixhall tenía apenas cincuenta años. Una familia real muy joven en el sentido gubernamental y por ende, en construcción de fuertes apoyos para preservar el linaje por un tiempo aún mayor. Pese a que la mitad de la nobleza aún estaba renuente a aceptar la llegada de los Spielberg al poder de una forma muy sospechosa, la otra mitad estaba dispuesta a hacer todo lo posible por el bienestar del reino, ello implicaba mantener las relaciones sociales y políticas en un nivel aceptable. 

Sin embargo, el primogénito de los soberanos, Kurzleben Spielberg, daba indicios de no durar lo suficiente en vida hasta su coronación. Su salud era tan delicada que era un milagro que llegase a la mayoría de edad. Pese a ello, recibió la educación especial de un heredero y la atención más perseverante de los médicos y asistentes. No obstante, el rey de Nixhall sabía que no podía contar del todo con su hijo y por consiguiente, empezó a considerar a su segunda hija: Zakia Spielberg. La joven, a comparación de su hermano, gozaba de muy buena salud y una belleza envidiable. Si bien en la historia de Nixhall existieron princesas herederas que se convirtieron en reinas, Zakia era...especial. 

Toda su vida había sido mimada y consentida al punto de descuidar la mayoría de sus estudios académicos. Peor aún, cuando en los recientes años el rey le compartió la noticia de que tendría las mismas clases que su hermano Kurzleben, la princesa reclamó airadamente con argumentos nefastos. Tales como "la pérdida valiosa de tiempo en compañía de frívolos maestros" y "las pocas reuniones sociales a las que tendría que asistir hasta que complete su educación especial". Sin embargo, el rey, como último recurso, tuvo que recurrir a amenazas muy directas que terminaron con la princesa Zakia teniendo clases más o menos completas.

Era irreversible corregir el temperamento desviado cuando la persona tenía una edad adulta y es por tal razón que la esperanza de ver culminado el estudio especial de la princesa no fue posible. Apenas Zakia vio la oportunidad de escapar discretamente de aquella "agonía" con una excusa muy razonable según su inescrutable cerebro, la tomó. No obstante, su negligencia no alcanzó límites insuperables ya que envió una carta a su padre expresándole la gran idea de cumplir los deseos que él y lady Edwards habían conversado en reiteradas ocasiones...años previos a su entrenamiento de princesa heredera.

Es por tal circunstancia que la princesa estaba muy decidida a tomar lo que era suyo por derecho y no dejar que una simple hija de un condado la humillase de tal forma. Siendo así, las invitaciones sociales que lady Edwards le alcanzó fueron muy convenientes para empezar a hablar. ¿Y qué mejor manera que empezar en una fiesta social en la mansión de los Thompson? Dicho de ese modo, la señorita Thompson, reconocida enemiga de Jade, recibió con gusto la noticia que la princesa les comunicaba. 

"Entonces...su padre y lady Edwards tenían planes de compromiso desde antes que el duque Edwards se interesara en la señorita Jade"

"Un acuerdo familiar dejado a la deriva de forma cruel..."

"¿No está siendo insensato el duque Edwards frente a ello?"

Ciertamente en aquella fiesta se encontraban caballeros que apoyaban al duque Edwards y al enterarse de tal noticia no pudieron sentirse menos que traicionados. Empezaron a pensar que aquella oportunidad había sido desperdiciada por sentimientos banales que en nada ayudarían a consolidar su posición como heredero al trono. ¿Qué es el matrimonio con una hija de un condado frente a la bien vista unión entre dos familias de sangre real? 

Aquella nueva noticia fue confirmada por lady Edwards y apoyada acérrimamente por madame Nestrich. Puesto así, cuando llegó a oídos de Perriett ahora se comentaba de que el sentimentalismo gobernaba su cuerpo más que la razón ya que era muy evidente para todos en el imperio que el matrimonio con una princesa lo beneficiaría con creces. Además, el reino de Nixhall tenía ventajas comerciales de gran valor pese a que siempre permanecía rodeado de nieve, eso sin contar la ubicación estratégica que poseía. Sin duda alguna, en los pocos días después de su llegada, la princesa de Nixhall había estado desarrollando ciertas amistades y difundiendo esa noticia discretamente a la vez que se victimizaba, eso sí, sin echarle la total culpa al duque Edwards. 

El secreto de la familia Edwards |Jerrie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora