El secreto de la familia Edwards |Jerrie|

23.-El admirable hombre cae

-Señora, hemos regresado de observar cómo va la situación.

La mujer mayor ni siquiera volteó ante los hombres encapuchados de negro que se encontraban dos pasos a su espalda.

-Continúa.

Uno de los dos hombres se relamió los labios-El primer plan...

-¿Qué pasó?-habló la mujer un poco exasperada-!Habla rápido!

-El duque resultó...

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-!Herido!-gritó muy alto Adelina como para que algunos presentes dieran la vuelta a mirarla-¿Te imaginas si eso sucediese? !Que horror!

-Es de muy mala educación proclamar un hecho futuro posible frente a tantas personas-habló seriamente Jesy-¿Adelina?

-Sí, lo sé, hermana-las amigas presentes de la pelirroja se inclinaron un poco ante Jesy quien les sonrió de forma cordial-Pero es más irrespetuoso oír que otros lo digan tantas veces en un solo día.

-Esos comentarios te tienen que mantener sin preocupación, Adelina-La joven de las Nelson bufó un poco, ocasionando una risa pequeña en una de sus amigas-En fin, venía a preguntarte cuanto durará la carrera. 

-Preguntarle a una simple dama que acaba de entrar a la alta sociedad no es muy atinado, hermana.

-Ya veremos cuando el tema de conversación sea el itinerario del duque Edwards.

Dicho eso Jesy se dio la vuelta con una despedida simple causando una reacción de arrepentimiento en su hermana menor. Había sido algo atrevida al interrumpir en su charla amical, pero la respuesta de Adelina al final le causó cierta desazón en la boca que planeaba llamarle la atención cuando terminase el día.

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Sir Wittem Stone había querido llevar un arma blanca en la solapa de su pecho pero cierta persona no se lo permitió ya que hacerle una herida de gravedad no era exactamente el plan que deseaban culminar. Por ello y más, seguía con la idea de herir al caballo en alguna parte de su cuerpo, no obstante, la fusta golpear su lomo con la fuerza de dos hombres pareciese hacer más fuerte al caballo !Insólito! ¿Acaso el duque había entrenado a su caballo con tanto salvajismo cómo para que el animal soportase mucho?

El otro noble miró al Stone. En sus ojos se leía el cansancio mismo y apenas sus dedos podían mantener la posición de una sola mano agarrando las riendas de su corcel. 

-¿Planean dejarme y olvidar lo que pasó, señores?-Wittem hizo un sonido con la lengua-Si lo hacen, tal vez considere perdonar sus inservibles vidas y mantenerlos encerrados en las mazmorras del Imperio por el resto de sus años.

El noble de la izquierda se detuvo el golpear al corcel pura sangre del duque para mirar con preocupación a Stone. 

-!Sus palabras suenan menos convincentes al igual que su posición, duque!-gritó Stone-Después de esto...¿desea que le dé un mensaje a la adorable Jade?

-Ni siquiera sé como no se ha cortado la lengua de tantas estupideces que dice, Sir Wittem.