2.-Un trato

192 13 0
                                    



Perriett Edwards no había asistido a ninguna fiesta social durante un mes.

Es cierto que no faltaba a sus salidas matutinas o a las reuniones de competencia familiar, pero aquellos lugares no dejaban que ninguna persona conocida o extraña pudiera intercambiar más que saludos con él.

Mucha gente había hecho mil y un teorías de las posibles faltas a las fiestas, pero todo fue olvidado en cuanto les llegó una invitación. A cada familia noble del imperio, amigos y conocidos, se les hizo el alcance de una fiesta en la casa de los Edwards donde, luego de varias semanas de incertidumbre, Sir Perriett Edwards aparecería y festejaría su reciente título de duque.

Nadie quería perderse la tan esperada fiesta y mucho menos luego de la sorpresa que dio el hijo de los Edwards. Su padre le había heredado el título a la edad de veinte años. Muy joven para muchos pero perfecto para otros. Ninguna familia dio con el día exacto que sucedió lo esperado y era de seguro que iban a preguntar de ello sutilmente.

-Gracias por estar presentes en esta noche importante para la familia Edwards-habló el joven Perriett con su singular calma- Espero que disfruten del resto de la fiesta. 

Todos aplaudieron ante las cortas palabras del bello hombre. 

-Y Ahora el duque Edwards iniciará el baile con lady Anastasia Edwards-habló fuerte y claro el mayordomo-Música, por favor.

Ambas personas empezaron a danzar al son de la música y daban la impresión de ser los mejores en ello. Lady Anastasia sonreía continuamente a su hijo quien discretamente intercambiaba una que otra palabra con ella, sin dejar el ritmo ni el compás de lado. 

Las señoritas invitadas empezaron a murmurar.

-!Dios, Sir Edwards se ve increíble!

!Hey, ahora es "el duque Edwards"! empieza a acostumbrarte a su nuevo nombre.

-Para mí siempre será Sir Edwards, además...no hay nada de malo en decirle de esa forma.

-!Me encanta su cabello! Largo y amarrado con precisión, dejando su rostro a la vista.

-Sus ojos son el cielo mismo.

-!Dichosa su madre que tuvo su primer baile de la noche con él!

Jade estaba a punto de hacer una mueca pero se contuvo al ver la risa por salirse de la boca de Jesy.

A continuación algunas parejas empezaron a bailar alrededor del duque dando por iniciado el momento de la danza.

-Llegó mi parte favorita-habló Jesy sonriendo.

Jade le señaló a una pareja y en cuanto su amiga se percató de ello, soltó una risa.

Leigh-Anne estaba bailando con su padre, Sthefan Pinnock. Él era uno de los comandantes más importantes del imperio. Era conocido por su seria mirada y sereno trato. Sin embargo, Jade y Jesy sabían que toda esa faceta caía cuando se trataba de su adorable hija. Tanto era su amor por ella que siempre le pedía la primera pieza de los bailes. 

-!Mira! Jordan está siguiéndola con la mirada-Jesy señaló al prometido de Leigh-Anne- Apuesto a que él iba a invitarla a bailar pero el marqués Pinnock le ganó.

-Tienes razón-Jade inclinó la cabeza saludando a los lejos al joven quién sonrió medio señalando con la cabeza a su prometida-Siempre sucede y Leigh-Anne nunca se da cuenta.

Una tos interrumpió su charla. Era Gerald, su primo. Estaba con las manos detrás de su espalda y con una pose rígida. Tenía el rostro algo rojo y miraba nervioso a todos lados. Jade casi comentó algo fuera de lugar.

El secreto de la familia Edwards |Jerrie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora