Medical Student.

Capitulo 8

Llegué a casa a las tres de la tarde, comencé a prepararme para ir a la playa ya que James y An estaban por llegar. Evité ponerme una malla ya que tengo moretones en el estomago; me puse un top deportivo negro con una remera abierta que permite que no se vean tanto las marcas, de todas formas me dan igual las marcas, hace calor, y con este calor seguramente vaya a sacarme la remera.

Preparé mi mochila y bajé las escaleras ya que An me avisó que estaban abajo.

Yo- ¡¡Hola de nuevo!!- Les dije feliz.

An- ¿Cómo te preparas para esta noche?- Sonrió picaramente.

Yo- Ya, deja eso- Dije riendo.

An- Nada de eso, a las siete salimos de la playa y vengo a ayudarte a ponerte diosa, y no se discute.

Yo- Está bien- Rodé los ojos.

Al llegar a la playa, me encuentro a los chicos y Eros haciendo pases con la pelota. Cuando nos ven se detienen a saludarnos.

Eros- ¿Como te sientes?- susurró.

Yo- Estoy bien- Sonreí.

Eros- Las marcas no dicen lo mismo Willow.

Yo- Solo son marcas, estoy bien- Sonreí de costado.

Eros sonrió y siguió haciendo pases, por mi parte me senté al borde de la cancha en la arena, viendo como juegan.

Gastón- ¿Willow, porque no juegas?

Yo- Me duele un poco la panza- Dije para no asustarlo.

An- No mientas, la golpearon en el colegio y le duelen las costillas- Dijo

Yo- ¡Anna!

An- Se tenía que decir, y se dijo- Dijo haciendo que todos se rían.

Gastón y los chicos se acercaron a mi a preguntarme.

Yo- ¡Ya! vayan a jugar, no es nada importante.

Joaquín- No iremos hasta que no nos muestres- Dijo de brazos cruzados.

James- Chicos déjenla tranquila.

-¡No!- Dijeron al unísono.

Rodé los ojos para luego apoyar los codos en la arena mostrando mi panza.

Tenia moretones y marcas rojas por toda la panza y costillas.

Gastón- ¿Quién fue la mierda que te hizo eso?- Me sorprendí ya que el no decía malas palabras.

Yo- Fue una tontería- Dije tapándome- Vayan a jugar que vine a verlos, no a que me vean- Dije sonriendo.

Miré a Eros que me miraba con cierto enfado, tenia el ceño fruncido y las manos levemente apretadas en puños; le sonreí para que se de cuenta de que estoy bien.

Comenzaron a jugar y yo no podía dejar de mirarlo, los ojos azules, las cejas gruesas, los labios rojos y redondos, el aspecto de chico malo que tiene a veces me encanta... Diablos, tengo que dejar de pensar así de mi profesor.

Ya eran las seis, los chicos seguían jugando y mi vista no salía de Eros, hasta que notó que lo estaba observando y me sonrió. Quien iba a pensar que un profesor de medicina sea tan joven y encima juegue tan bien al voley.

(...)

Ya son las siete, estoy caminando con James y Anna a mi casa ya que ellos me iban a ayudar a arreglarme para esta noche.

Subimos y An me mandó a bañarme mientras ellos devoraban las cosas de mi alacena.

Entré a la ducha relajando todo mi cuerpo, los medicamentos que me dio la enfermera alivian el dolor y eso me hace moverme con mas facilidad.