4

4.2K 460 51
                                    

Felix era quien más se preocupaba por su mejor amigo, quería ayudarlo de una forma u otra, su madre no era de mucha ayuda ya que era neurocirujana y trabajaba todo el tiempo, las veces que no lo hacía no le prestaba mucha atención a su hijo.

El australiano le daba las pastillas a Minho, aunque en la madrugada lo llamaba para que no se olvide de hacerlo. Lo llevaba a cada cita con el psiquiatra, aún no veía muchos cambios, notaba que se esforzaba mucho por controlarse pero seguía igual.

Esa mañana fue a buscarlo a su casa para ir al colegio, estuvo faltando desde hace dos semanas y el director, padre de Felix, le pidió que asista a clases o podía ser sancionado.

– ¡Abre, idiota!– Golpeó la puerta para que su amigo baje de una vez por todas, pero nadie abrió, sabía que su madre a esa hora no estaba debido al trabajo. 

No tuvo otra opción más que subir por la improvisada escalera que hicieron cuando tenían catorce años, la cual usaban para escaparse en la noche. Trepó por las fuertes ramas que estaban alrededor de la casa de su amigo, abrió la ventana y se tiró de repente asustando al mayor.

– Tengo que romper esa cosa para que no me molestes– Se levantó de la cama mientras se picaba un ojo con el puño.

– Vamos a la escuela, vístete– Abrió el armario de su amigo y le tiró el uniforme a la cama.

– No quiero.

– No te pregunté si querías o no, ponte la ropa– Usó el tono rudo que tenía que usar cuando el mayor no quería hacer caso, si bien Felix era menor, le daba órdenes como si fuese su madre.

Escuchó cómo Minho se quejaba mientras se vestía, así que bajó a la cocina para prepararle un desayuno rápido. En media hora las clases comenzarían y, aunque el establecimiento estaba cerca, el Lee mayor era bastante perezoso para caminar.

Cuando bajó, con el cabello despeinado y la cara limpia, comió los trozos de frutas que su amigo le cortó.

– Eres como un bebé...– Se acercó para peinarlo con sus cortos dedos– pero uno muy estúpido, vamos– Le quitó el tazón y lo lavó rápidamente para tomar la mochila de ambos y salir de la casa.

Estaba bastante callado, Felix sabía que no era muy bueno eso porque estaba reprimiendo todo lo que quería decir o hacer. Cuando dijo que se esforzaba por no tener ataques de ira, se refería a que mantenerse en silencio era la mejor forma para no explotar de enojo sin razón.

tpa [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora