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– Jisung...– Dejó caer el arma y no quiso darse la vuelta para ver el cuerpo inerte de Wooyoung. No disparó porque quiso, su dedo apretó el gatillo de forma automática.

Acababa de matar a alguien viendo a Jisung a los ojos.

Han salió corriendo del lugar, ignorando los llamados de Jeongin y Hyunjin.

– Tranquilo, nosotros nos encargamos de esto– Dijo Chan cuando conectaron las miradas.

– Minho– Llamó Felix antes de irse corriendo detrás de Jisung– Toma la pastilla en una hora, ¿sí? Te llamaré– Asintió y le agradeció con la mirada a todos, en otro momento les daría las gracias como se debe.

Siguió a Han pero no lo encontraba, sabía que no iba a la casa de sus amigos porque ellos seguían en el hotel abandonado. Corrió hasta su casa y lo encontró parado enfrente de la puerta, sus manos temblaban y su rostro seguía lastimado.

– ¡Jisung!– La señora Han abrió la puerta y gritó el nombre de su hijo– Jisung, Sung, Sunggie, Ji, mi bebé, ¿qué es lo que te hicieron?– Lo tomó de la mano y lo llevó al sofá para que se siente y luego miró a Minho– Tú le hiciste esto.

Minho a este paso tenía la vena de la frente que estaba al borde de explotar, no quería hablarle mal a la novia de su madre, pero el modo en el que estaba sollozando y respirando lo estaba frustrando.

– Eres un enfermo– Soltó sin tacto la mujer– No puedo creer que le hayas quemado la cabeza a mi Sungie como para que salga contigo– A todo esto, la madre de Minho no hacía nada más que curarle las heridas a Jisung en el sofá, ignorando la escena– No quiero que nunca más te acerques a él, y no lo harás.

– Nunca obligué a su hijo a nada– Trató de decir con toda la calma del mundo, sintiéndose orgulloso de no haber golpeado algo en ese momento.

– Cariño, vamos a dormir, quizás mañana...– La señora Lee le tocó los hombros a su novia, pero esta se alejó y la interrumpió.

– Mañana nada– Tomó la mano de su hijo y se dirigió a las escaleras– Mañana volveremos a Malasia, quiero que ustedes dos salgan de esta casa antes de irnos.

Al escuchar eso se le cayó el mundo encima. Quería que Jisung lo mirara una última vez antes de echar todo a perder, que le dé un abrazo o le diga que lo quiere, pero no lo hizo. Se fue sin verlo a los ojos y cabizbajo.

¿Tanto lo había lastimado? No era consciente de sus actos hasta que las consecuencias le golpeaban el rostro como el aire frío del invierno.

tpa [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora