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Siguieron la noche de la misma manera, las horas pasaban lento y agradecían eso, tenían más tiempo para estar el uno junto al otro, aunque cuando vuelvan a casa tenían que convivir.

Jisung estaba tan asustado, su cabeza era un lío de preguntas, ilusiones e inseguridades. Quería hablar del beso con Minho, y del casi-beso, quería preguntarle por qué tomaba esas pastillas después de que Felix lo llamara, qué es lo que tiene, por qué es así con su madre, tenía demasiadas dudas.

Cuando estaban en la tienda, esperó afuera de esta al mayor quien entró para comprar lo que necesitaba.

Otra vez, se encerró en sus pensamientos, ya que no tuvo oportunidad esa noche porque hicieron muchas cosas, manteniendo sus mentes ocupadas.

– Hola bonito– Un chico castaño se acercó a él, apoyando sus manos en la pared en la que estaba recargado Han y los brazos al lado de su cabeza. Hizo una cara de confusión pero al mismo tiempo sonrió al reconocerlo, era el presentador de la universidad– Seungmin, un gusto– Le extendió la mano sin alejarse de su rostro y el peliazul la tomó– ¿Estás solo?

– No, viene conmigo, así que aléjate– Contestó una tercera voz antes de que el otro pueda decir algo y tomó del brazo a Jisung, quien se sentía confundido por el tono de molestia que estaba usando.

– Ah, ¿no quieres divertirte un poco?– Ignoró lo que el castaño mayor le dijo y tomó la mano del chico de mejillas abultadas para tironearlo levemente.

A Minho no le gustó que Han no se resista y se suelte de su agarre, algo en su interior estalló y golpeó el rostro de Seungmin, desestabilizándolo.

Claramente el recién golpeado no iba a rendirse, se paró derecho y su puño fue directo al ojo y pómulo de Lee.

– Mierda, ¡basta!– Agarró al mayor de la cintura y lo tiró para atrás, Kim se alejó solo y se fue sin decir nada– ¡¿Estás loco?!

¿Por qué golpeó a Seungmin si no hizo nada? No es como si hubiese hecho algo malo, solo se acercó a él, ¡nada más! Pudo haber sido un ataque de celos, pero no tenía por qué ser violento.

El menor se fue en dirección a su casa sin esperar a que Minho se levantara, seguro lo seguiría o se iría a otro lado. 

La noche -madrugada- no terminó de la mejor manera, cuando llegaron no se hablaron y Jisung se fue a su habitación. No estaba enojado, su cabeza trabajaba a mil por segundo y le dolía de tantas preguntas que tenía dentro.

tpa [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora