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Sentía demasiado enojo para su gusto, si no sentía enojo era aburrimiento, golpear personas o robar ya no era tan divertido, por lo menos si lo hacía solo.

Ya no quería tener esa vida, quería volver a casa de la universidad y ser recibido por sus padres con un simple abrazo, estudiar y salir con Felix, como era antes, pero todo se derrumbó en una simple tarde.

– Lo siento, Minho, tu padre falleció en un accidente– Le habían dicho cuando apenas entraba en la adolescencia, la etapa que consideraría más difícil.

Desde ese día, cualquier rastro del antiguo, feliz, sonriente y amable Minho, desapareció por completo. No le importó nada ni nadie a partir de aquella fecha que no deseaba recordar, nadie lo consoló, ni siquiera su madre, ¿por qué preocuparse por otros?

Había conocido a Felix unos días después de la muerte de su padre, logró tocar un poco su apagado y frío corazón, a pesar de todos los malos tratos que sufrió el pecoso de su parte, no se alejó, es por eso que lo aprecia tanto, lo considera como el único amigo y la única persona que necesita.

Pero, ahora está Jisung.

Esa noche había llamado con desesperación a Jaehyun, le contó todo sobre Han, explotó de ira al escuchar decir a su psiquiatra "estás enamorado", ¿eso era posible? Él no podía enamorarse, mucho menos de una persona que apenas conoce. También le dijo que estaba mejorando a pasos agigantados, pero sintió tanta furia que comenzó a pelear con unos tipos que pasaban por al lado suyo.

Era tan raro pelear sin desearlo en realidad, solo golpeaba para descargar su furia.

Para confirmar lo que decía Jaehyun, fue a su nueva casa y entró a la habitación del peliazul, quien estaba acostado mirando el techo con un leve brillo en sus ojos.

– ¿Minho?– Su voz era tan linda, totalmente diferente a cuando rapeaba, ahora sonaba tranquila y melodiosa.

Logró apreciarlo por un par de segundos, su cabello se veía tan suave y debía tener un rico olor al shampoo de manzana, su piel era tan delicada al igual que su nariz y ojos, las mejillas tenían un cartel enorme que decía "muérdeme" de tan tiernos que eran, y sus labios, finos con un leve tono rosa, deseaba probarlos así que no esperó ni un solo segundo más.

Se acercó y lo besó.

¿Estaba enamorado? ¿Podría confirmarlo con ese beso? Quizás sí, o quizás no, el zoológico en su estómago no lo dejaba pensar.

tpa [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora