tpa [Minsung]

30

Aún no lograba saber si estaba enamorado, no sabía cómo se sentía estarlo.

Se sentía enojado con él mismo, con el revoltijo que se armo en su estómago, por las preguntas sin respuestas que se formaron en su cabeza, por tener las mejillas calientes, por todo en general.

Cuando se separó, sintió algo a lo que se le llama vacío emocional, ¿podía ser eso? Quería volver a sentir sus labios junto con los del peliazul, quien lo veía sorprendido. ¿Qué habrá sentido él? No iba a preguntarle, no tenía el valor para hacerlo. solo se alejó y se fue de la habitación.

Se dio cuenta de que no tenía ni la menor idea de dónde era su nuevo cuarto, y no quería entrar por equivocación en el de su madre y la señora Han, así que soltó un gritó frustrado y volvió a la habitación del peliazul, que seguía con la boca abierta y tocando sus labios.

– ¿Dónde está mi cuarto?– Preguntó con un tono neutro, trató de sonar normal como todos los días, y lo logró.

– Mierda, lo olvidé– El peliazul se refregó la cara con fuerza con sus manos y bufó– Lo siento, está en arreglo aún y...– No estaba nervioso hasta ese momento– tienes que dormir aquí– Vio los ojos abiertos del mayor y sacudió las manos negando– ¡No, no! E-es decir, yo iré al sofá pero tú te quedas.

Para Minho todo iba de mal en peor, tenía planeado alejarse desde la noche que se vieron en la cafetería, pero cada vez se acercaban más, era un chiste de mal gusto.

Pronunció un simple "no" y salió de la habitación para bajar las escaleras y salir de la casa, necesitaba un cigarrillo y no tenía más, y aunque eran las once de la noche, necesitaba irse.

– Espera– Jisung lo tomó de la muñeca, deteniendo su paso– N-no te vayas, es tarde...–

Minho se dio vuelta y lo vio con la mirada en el suelo, se notaba un leve puchero de esos labios que tanto quería volver a probar, pero no lo hizo.

– Entonces, vamos– Cambió el agarre que tenía el menor en su muñeca, siendo él quien agarraba a Han para encaminarlo detrás suyo.

No sabía a dónde irían, pero necesitaba despejar su mente, sabía que estando con el dueño de cada uno de sus pensamientos no era la mejor idea, pero sería divertido pasar tiempo con él.