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Jisung se sentía tan feliz por su madre y su nueva madrastra, ahora podría estar en casa sin ser corrido e iba a tener una familia, aunque el problema era Minho. ¿Cómo iba a vivir con él si apenas estaban empezando a llevarse bien? Necesitaba crear un lazo con él para no decepcionar a las mujeres de la casa.

– Te gusta tu hermano– Se burló Jeongin mientras fumaba un cigarrillo y se reía.

– ¡No es mi hermano!– Le tiró una almohada.

– No dijiste que no te gusta– El peliazul bufó.

Llamó a su mejor amigo para pedirle consejos, pero lo único que consiguió fueron burlas. No lo culpaba, sonaba gracioso que la persona que le atrae ahora sea su hermanastro, aunque no es oficial.

Cuando terminó de ordenar todo en su cuarto, el cual tenía un par de cajas que estaban en otra habitación, le dijo a Jeongin que se vaya porque era bastante tarde y no quería que el menor ande por las calles solo, siempre terminaba mal.

Se acostó y miró el techo, se puso a pensar en cómo sería su vida a partir de ahora. ¿Su relación con Minho sería buena? Le atraía físicamente, ya que no lo conocía del todo y el castaño no dejaría demostrar cómo es en realidad, no tenía otra opción más que dejar pasar ese leve crush y ser hermanastros.

Su madre por fin encontró a alguien con quien quedarse por un largo tiempo y no solo una noche, estaba feliz por ella aunque no sea una buena persona con él, después de todo era su madre. La señora Lee era bastante amable e inteligente, le agradaban las personas así, aunque era todo lo contrario a su hijo, el cual aún no volvía y era bastante tarde.

No bajó a cenar ya que quería dejarles el tiempo libre a la nueva pareja, su departamento no era lujoso pero sí era grande como para dos personas y, a veces, un tercero pasajero. Estaba feliz porque quizás ahora tendría una familia, o quizás se estaba ilusionando solo.

Se quedó tanto tiempo encerrado en sus pensamientos que se sobresaltó al escuchar la puerta de su habitación ser abierta.

– ¿Minho?– Frunció el ceño al ver el rostro del nombrado con los pómulos rojos, que se estaban tornando violetas, y su labio partido.

El mayor no dijo nada, se acercó con prisa hasta la cama del menor para tomar su rostro y besarlo antes de que Jisung pueda reaccionar.

tpa [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora