55

1.7K 222 23
                                    

Cuando pasaron dos horas de que volvió de su cita con Minho, se cansó de estar en la cama mirando a un punto ciego.

No conocía a ese chico rubio, solo fue alguien que se le cruzó en el camino.

No entendía a qué se refería cuando dijo que tenía que esconderse de Minho y no detrás de él, ¿es su novio una mala persona? Cuestionó algunas veces las acciones del mayor, ¿por qué siempre que pelea con alguien es tan agresivo? Eso fue algo que escuchó de las personas de la universidad, eran rumores, él no podía ser tan malo. 

Aún se pregunta, ¿qué fue lo que Felix le inyectó aquella noche? O sobre las pastillas que mencionó esa mañana por teléfono. Nada tiene sentido en su cabeza, tiene tantas preguntas y no sabe formularlas.

– Es un chiste, ¿verdad?– Escuchó a su madre decir desde la sala, se acercó lentamente para escuchar. 

– Tendría que haberlo dicho, cariño, pero es por el bien de Minho– Se iba a ir, pero al escuchar ese nombre se quedó escondido detrás de las escaleras. No era bueno meterse en temas ajenos, pero su madre y la señora Lee nunca peleaban– El trastorno de mi hijo tiene cura, sé que se está recuperando de a poco, y Jisung lo está ayudando bastante aunque no sepa.

– ¿Por qué no me dijiste que tenía trastorno de personalidad antisocial?– Gritó susurrando, para que su hijo no las escuchara discutir, aunque se suponía que tendría que estar en su habitación.

– No lo sé, lo siento– Bajó la cabeza– Minho nunca lastimaría a Hannie.

Cuando terminó la conversación, Jisung decidió pasar por el umbral de la sala e ir hasta la puerta para salir dando un portazo.

¿Por qué nunca le dijeron nada? Aunque ni siquiera lo sabía su madre. Minho tendría que habérselo dicho, o incluso Felix. Si tanto ayudaba al mayor, ¿por qué no le contó sobre su trastorno? 

Entonces, todos esos rumores del famoso Lee Know eran verdad. No quiso creerlo esa noche que robaron la tienda y golpeó muy brutalmente al vendedor. Se suponía que era porque casi le disparan a él y su novio lo defendió, ¿verdad?

Un auto negro paró al lado suyo de golpe, lo último que vio fue a dos hombres ponerle una bolsa en la cabeza y subirlo al vehículo.

– Hola, Jisung– Saludó Wooyoung, dejando su vista libre– Supongo que es hora de tener a Minho en mis manos, y teniéndote a ti, Sungie, todo saldrá como lo espero.

tpa [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora