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Los siguientes días también ignoró a Jisung, no sabía lo que quería pero no le dirigía la palabra y eso confundía al menor.

Tampoco se había visto con Felix, así que ahora estaba siendo despertado por él como cada mañana.

– Ya, despierta– Lo golpeó con una almohada en la cara y el contrario ya se estaba levantando mientras bufaba– Ah, es raro subir hasta aquí ahora.

Y sí, fue complicado para él adivinar qué ventana era la que daba la habitación del castaño, este último tuvo que armar unas escaleras improvisadas la noche anterior para que su mejor amigo pueda entrar, aunque no era bueno ya que era una casa ajena. El tubo de drenaje del agua tenía bordes sobresalientes a su alrededor, eso era suficiente para Felix como para trepar, aunque tenía que acostumbrarse.

– ¿Qué tal te está yendo con Jisung?– Soltó de golpe, esperando cualquier mala reacción del mayor, pero este solo se quedó estático y dejó de vestirse de golpe, pero sacudió su cabeza y siguió haciéndolo– Te conozco, sé todo de ti.

– Bueno, espero que sepas que se nos hará tarde, vamos– Tomó su muñeca y bajaron las escaleras rápidamente, no esperaba esa pregunta y no quería hablar del tema, así que ignoró su pregunta.

– Buenos días Jisung, adiós Jisung– Saludó el australiano mientras pasaba frente del umbral de la cocina, donde el nombrado tomaba un vaso de jugo. No le dio tiempo a responder ya que el mayor, quien ignoró su presencia, tironeaba del pecoso hasta la salida.

No tenía ganas de saludar a Han, necesitaba tenerlo lejos para poder aclarar su mente, como lo estaba haciendo antes de besarlo aquella noche.

Cuando llegaron a la universidad, se dieron cuenta de que aún quedaban quince minutos antes de la hora de entrada.

– Así que evitabas el tema, eh– No respondió, sabía que se refería a eso– Min- Lino– Se corrigió, sabía que no le gustaba que lo llamen por su nombre en público, es por eso que todos lo conocían por Lee Know y su nombre era un absurdo misterio– Puedes hablar conmigo de lo que desees, ¿sí? No tengas miedo de ser juzgado, yo nunca lo haría.

– Hoy estás muy gay– Rió contagiando al otro, no se esperó que el mayor deje de caminar por los pasillos de repente para abrazarlo– Gracias por quedarte conmigo.

El australiano no sabía qué pensar, se quedó en blanco ante ese tacto, era la primera vez luego de cinco años de amistad que se abrazaban, se sentía muy bien. Lo rodeó con sus brazos al castaño, estuvieron así por cinco segundos y se separaron para que cada uno se fue a su clase sin decir nada.

Felix estaba feliz de ver progresar a su mejor amigo.

tpa [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora