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Minho frunció el ceño, vio que en las cajas detrás de las mujeres estaban sus pertenencias y era extraño, vivían al otro lado de la ciudad y no se mudarían de la casa que era de su padre nunca, al menos eso decidieron el día en el que falleció el señor Lee.

– Oh, lamento decirles esto tan pronto– La mamá del mayor tomó la mano de la otra mujer y sonrió– Nos mudaremos juntas y...–

– ¡Ustedes serán hermanos!– Dio leves saltos emocionada– Bueno, hermanastros.

Ambos jóvenes empalidecieron y se miraron, tenían la misma sorpresa en el rostro, ninguno entendía nada.

– No– Dijo con seriedad al ver como el peliazul se acercaba a abrazarlas y felicitarlas– No voy a dejar la casa de papá– La madre no pudo decir nada, si bien habían peleado bastante, no lo habían hecho frente a otros– Dame las llaves de mi casa– Pronunció con enojo la anteúltima palabra y extendió la mano, esperó unos segundos y nada.

– No vas a decirme lo que tengo que hacer– Soltó la mano de su ahora novia y volvió a hablar cuando su hijo abrió la boca– Esa casa va a estar a la venta, tu padre lo quiso así, y si no se vende en seis meses, te la quedas cuando seas mayor de edad– Sabía que había ganado porque Minho no dijo nada– Ahora, ayúdanos o vuelve cuando te calmes, pero vives aquí.

Claramente hizo lo segundo, cerró los ojos e inhaló profundamente para después irse, no quería armar un escándalo frente a Jisung.

Caminó sin rumbo alguno, tenía que alejarse del peliazul para no lastimarlo, no vivir con él. No sabía cómo sería su vida a partir de ese momento, ¿mejoraría o empeoraría? No quería saber la respuesta, tan solo quería que el día termine para que el siguiente sea un poco mejor.

Su madre no se preocupaba por él, no le preguntó qué era lo que quería, aunque no es solo por eso, siempre tiene que recibir un mensaje de Felix o tiene que ir con él para tomar los medicamentos, ella no lo hace, solo los paga.

Se dio cuenta que el único de su familia que se preocupaba era su padre, desde su muerte todo cayó en picada en la vida de Minho.

Estuvo paseando por la plaza del centro hasta que oscureció, muchas personas lo conocían así que se alejaban o trataban de ignorar su presencia. Prendió un cigarrillo y le dio varias caladas a medida que iba caminando, sus pies lo llevaron a un bar así que llegaría tarde a su nueva casa.

tpa [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora