Catch 01.01

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_____ gimió con un dolor de cabeza horrible. Mierda, no iba a volver a salir en la vida y mucho menos a hacerle caso a Miyeon y beber para olvidar a un hombre que no merecía la pena. Mira que colarse por un compañero de trabajo. Y encima un compañero de trabajo casado, que sólo quería acostarse con ella. Claro que ella no lo sabía. Jackson había sido trasladado de la empresa desde China, donde había pasado los cinco últimos años, y _____ encantada con el nuevo jefe de ventas, le echaba miraditas insinuantes con la esperanza de que le pidiera una cita.

No fue hasta una semana después, cuando ya habían quedado para cenar esa misma noche, que se enteró de que el muy sinvergüenza estaba casado y que tenía cuatro hijos. Y todo porque había invitado a su jefe de contabilidad al cumpleaños del pequeño Eric. Por supuesto su mejor amiga le dijo que debían celebrar que se había librado por los pelos y la invitó a salir la noche anterior para desahogarse a base de chupitos de tequila.

Volvió a gemir incapaz de abrir los ojos, sintiendo que iba a vomitar en cualquier momento. Dios, aquello era horrible. Menos mal que era domingo y no tenía que ir a trabajar.

Se movió haciendo un esfuerzo y abrió los ojos de golpe al darse cuenta de que estaba atada por las muñecas. Asustada miró hacia arriba ¿Por qué las muñecas estaban sujetas con una soga a un poste de metal?

—Pero qué...

Miró hacia abajo, levantando la cabeza lo que podía, para ver que sus tobillos también estaban atados a otro poste. El pánico empezó a recorrerla al darse cuenta de que estaba tumbada sobre un suelo de cemento y todavía llevaba la minifalda negra y el top rojo que se había puesto la noche anterior.

Dios ¿dónde estaba?

Medio mareada volvió la cabeza de un lado a otro intentando averiguar dónde estaba. Parecía un sótano. Con la luz que entraba por una pequeña ventana vio que era un sótano, pero no se parecía en nada al de la casa de su abuela que estaba lleno de cajas viejas. Allí había unos aparatos de ejercicio y por lo que ella entendía, parecían muy caros. También había un espejo en una pared donde había un banco de abdominales y en el otro extremo una lavadora y secadora último modelo. Ella estaba en el centro del desván, sujeta a los dos postes.

Nunca había sentido tanto miedo en su vida y la bilis le subió por la garganta. Se volvió como pudo vomitando sobre el suelo. Tosiendo empezó a sudar en frío y cerró los ojos apoyando la sien que le latía sobre el brazo. Con los dedos tocó la cuerda y tiró con fuerza en un acto irracional, haciéndose daño en las muñecas. Las movió de un lado a otro girando los brazos en sentido contrario para comprobar si las ligaduras cedían, pero se pellizcó la piel sin conseguir desatarse. Frustrada se echó a llorar.

Un sonido en la puerta le puso los pelos de punta y se tumbó de espaldas al suelo para girar la cabeza y mirar hacia su derecha. Un hombre vestido con un traje negro, camisa blanca y corbata azul llevaba un pasamontañas en la cabeza.

_____ casi tenía miedo a decir una palabra, porque si no fuera por el pasamontañas parecería uno de los cientos de ejecutivos que trabajaban en la ciudad. Él suspiró metiendo las manos en los bolsillos del pantalón.

—Me has decepcionado, _____.

Se le cortó el aliento

—¿Cómo se te ocurre volverte medio loca y llamar la atención de esa manera? Estaba claro lo que querías.

—¿Quién eres? —preguntó temblando de miedo.

—Soy la solución a tus problemas.

—No tengo problemas.

—Ah, ¿no? —Empezó a caminar a su alrededor y _____ le siguió con la mirada. —No te interesa tu trabajo, no te motiva nada, intentas ligar con el primero que llega y luego te deprimes porque no es tu príncipe azul.

—¿Cómo sabe eso?

—Sé muchas cosas de ti. Como, por ejemplo, que nunca te has esforzado realmente por nada. Aunque no me extraña, porque el físico te ha puesto las cosas muy fáciles. Ese pelo castaño, esos enormes ojos y esas tetas ayudan a que siempre consigas lo que quieres. Pero eso se acabó.

—¿Qué quieres de mí? — Gimoteó con lágrimas en los ojos. Él se agachó a su lado apoyando los codos en las rodillas y la miró de arriba abajo.

—Me has obligado a esto y no quería hacerlo, pero ya estabas descontrolada.

—¿Quién eres, maldito cabrón? —gritó perdiendo los nervios. El tipo alargó la mano y cogió su camiseta por la cintura subiéndosela lentamente, dejando al aire el piercing del ombligo.

—Vaya, vaya. Eso sí que no me lo esperaba. —La miró a los ojos. —¿Una de tus rebeldías?

—¡Qué te jodan! ¡Si vas a matarme, mátame ya! Entonces él se echó a reír poniéndole los pelos de punta.

—No, preciosa. —Acarició la piel alrededor de su ombligo y _____ asustada retuvo el aliento.—No te voy a matar. Esto sólo es una lección. Y te aseguro que cuando termine contigo, habrás cambiado mucho... 

 La verdad es que fue un alivio que no fuera a matarla, pero lo de la lección la asustó, sobre todo porque siguió subiendo su camiseta hasta la base del sujetador violeta que llevaba.

—Eres tan vulgar... —_____ abrió los ojos como platos. —Te vistes como una zorra y compras la ropa interior por si en algún momento tienes la oportunidad de follarte a alguien. Separó los labios asustada porque parecía leer sus pensamientos. —Pero siempre ocurre lo mismo. Cuando se abalanzan sobre ti como perros en celo, tú te echas atrás después de las primeras caricias.

—¿Cómo sabes eso? —Aterrada gritó —¿Cómo sabes eso?!

—Lo sé porque lo he visto... _____. —Sus manos subieron por encima de su pecho y apretó un pezón provocando que abriera los ojos como platos. —Además eres la comidilla de la empresa. Todos quieren llevarte a la cama y te consideran una calienta pollas.

—¡Idiotas!

—No, cielo. Tienen razón. —Se incorporó abrochándose la chaqueta. — Eres una calienta braguetas, pero eso va a cambiar. En cuanto te des cuenta de lo que ocurre, lo entenderás todo.

—Por favor... —dijo al ver que se volvía para irse—. Desátame. ¡No le diré nada a nadie! ¡Por favor, deja que me vaya!

El tipo abrió la puerta.

—Que tengas un buen día.

—¡No puedes dejarme aquí! —gritó histérica tirando de las ligaduras—. ¡Por favor!

Él se detuvo volviendo la cabeza y dijo

—Volveré esta noche. Espero que pienses en todo lo que te he dicho.

—¿Esta noche? ¿Esta noche? — gritó defrustración cuando cerró la puerta tras él—. ¡Chiflado psicópata! ¡Suéltame! —Se echó a llorar desesperada.—Suéltame... —Se volvió de costado mirando hacia la ventana. 

🥯🥯🥯

Hola!
Aquí les traigo la primera parte de Catch, espero que les guste y le den mucho amor.
Dentro de poco estaré subiendo otros de Sehun, Suho y Jungkook. Aun estoy trabajando en ellos y en este, al igual que en las portadas, así que tengan paciencia.

Así mismo seguiré actualizando como lo hacia con Let's Play, así que estén pendientes.

Cuídense :3

Catch - KJIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora