Catch 02.02

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De inmediato corrió hacia la ventana e intentó abrirla poniéndose de puntillas, pero estaba fija. Se volvió buscando algo con lo que romper el cristal. Como no tirara el banco de abdominales...

Fue hasta la lavadora y vio la manguera al otro lado. Iba a volverse cuando se le cortó el aliento al ver lo que parecía una puerta. Estaba pintada de gris como el resto del sótano por eso no la había visto desde el suelo. Al tirar de esta se de dio cuenta que era corredera y al deslizarla hacia la izquierda quedó integrada en la pared, dejando ver una cama  y un armario de madera. Corrió hacia el armario abriendo las puertas para detenerse en seco al ver dos uniformes de sirvienta y unos zapatos negro de tacón de aguja.

¡Dios, estaba en casa de un pervertido! Abrió los cajones buscando algo que pudiera ayudarla, pero solo había medias de medio muslo. Varios paquetes de medias. Cogió uno de los zapatos e iba a salir de la habitación cuando vio el baño. Sin soltar el zapato porque serviría para protegerse, entró en el baño pero solo había productos de higiene. Le llamó la atención la caja de tampones que había en el armario. Entonces vio el pie de porcelana del lavabo. Sabía que eso era independiente, porque le habían cambiado el suyo hacía unos meses pues se había roto al apoyarse demasiado en el lavabo para maquillarse. Soltó el zapato y se agachó tirando de él con fuerza.

Escuchó como se movía chirriando con la pieza superior, pero lo ignoró tirando de él de nuevo cayendo al suelo de culo al sujetarlo. El lavabo se había inclinado un poco hacia abajo pero aún se sujetaba. Suspiró de alivio mirando hacia arriba, pero no escuchó nada. Se debía estar duchando. Corrió con la pieza de porcelana y la levantó esperando que resistiera el golpe y que el cristal no fuera demasiado grueso. Desde allí no lo parecía. Se mordió el labio inferior y empujó con fuerza. El cristal se resquebrajó y casi chilla de la alegría. Volvió a golpearlo y se dio cuenta que no se llegaba a romper. Era un cristal de seguridad y debería darle con más fuerza si quería que se soltara. Rezando porque su secuestrador no la escuchara, lo golpeó con fuerza. La base de porcelana se rajó de arriba abajo y ______ gritó soltándola y cogiéndose la mano mientras la base caía al suelo haciéndose añicos. Asustada apartó la mano sana que la cubría sabiendo que era un buen corte y lo verificó cuando la abrió con cuidado. En la palma de la mano tenía un corte profundo atravesándola y la sangre empezó a caer al suelo. Con el corazón latiéndole a mil por hora corrió al baño y cogió una toalla envolviendo la mano. Apretó con fuerza sobresaltándose cuando escuchó un portazo.

—¡______!

Temblando intentó cerrar la puerta del baño, pero no tenía pestillo. Se echó a llorar empujando con su cuerpo y le escuchó detrás

—Apártate de la puerta, ______.

Gimoteó sin poder evitarlo agarrándose la mano.

—Tú lo has querido. —Giró el pomo lentamente y empujó la puerta sin ningún esfuerzo. Ella corrió hacia el zapato cogiéndolo del suelo y le amenazó con él. Llevaba un pantalón de pijama y no se había puesto el pasamontañas. La sorpresa al ver su rostro hizo que no reaccionara cuando se acercó y cuando la cogió del brazo herido, quitándole el zapato de la mano y tirándolo al suelo. —Joder, ______ ¿qué has hecho? —preguntó al ver la sangre en la toalla.

—Pero tú eres... —susurró con los ojos como platos. 

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