-Pero tú eres... -susurró con los ojos como platos.
Él no le hizo ni caso mientras desenrollaba la toalla y ______ reaccionó pegándole un puñetazo en el pómulo con el brazo libre, esquivándolo antes de salir corriendo del baño hacia la puerta.
-¡______!
Asustada tiró de la puerta del sótano y vio la escalera de caracol. Subió los escalones de dos en dos chillando cuando la cogió por el tobillo antes de sujetarla por la falda.
-¡No! -Intentó patalear, pero él consiguió ponerse sobre su espalda con todo su peso.
-Esto lo vas a pagar. -La sujetó por la cintura levantándola sin esfuerzo y empezó a bajar las escaleras mientras ella gritaba pidiendo ayuda. -¡Cállate ya! ¡No te escucha nadie!
-¡Maldito loco! ¡Puedes estar con quien quieras! ¿Por qué yo? -Al llegar a la puerta ella se agarró al marco con las manos ignorando el dolor.
Él furioso tiró de ella varias veces y tuvo que soltarse después de romperse varias uñas. La arrastró hasta la habitación y la tiró sobre la cama. Dispuesta a pelear se puso de rodillas apartándose todo lo que podía muy asustada.
Kim Jongin la miró fijamente con sus ojos oscuros poniendo las manos en las caderas. Apretó las mandíbulas intentando contenerse.
-Nena, lo estás poniendo todo dificil.
-¡Qué te jodan! -gritó rabiosa sin entender por qué el dueño de la empresa la había secuestrado-. ¿Por qué haces esto?
-Tú me lo pediste.
-¿Qué? ¡Si solo te he visto una vez, maldito idiota!
-Nos vimos anteayer y por tu comportamiento supe lo que necesitabas.
-¿Lo que necesitaba? ¡Necesito salir de aquí!
-Eso no va a pasar.
-¿Y qué necesito según tú? -preguntó empezando a entender lo que ocurría allí-. Dios mío quieres que sea tu amante, ¿verdad?
-Déjame ver la mano.
-¡Necesito puntos!
-Pues perfecto. -Se le erizó el cabello de la nuca al darse cuenta de que estaba pensando en ponérselos él.
-No. -Asustada se apretó la mano sobre el pecho. -Necesito un médico.
-No vas a salir de este sótano hasta que estés preparada, así que o te pongo esos puntos o te desangras. Tú eliges.
Sus ojos se llenaron de lágrimas.
-¿Por qué me haces esto?
-Me necesitabas. Ya te darás cuenta.
-Tienes mucho dinero. ¡Puedes tener a la mujer que quieras!
Jongin entrecerró los ojos.
-Eres tú quien me necesitas a mí. No al revés.
-¡Estás loco! ¿Qué has hecho con Miyeon?
-¿Ahora me preguntas por tu amiga? Según tengo entendido, se tiró a dos tipos esa noche. Uno de ellos era amigo mío. -Negó con la cabeza. - Cielo, no volverás a verla.
-¿La has matado? -gritó pálida.
-No me interesa. Me interesas mucho más tú.
-¡La policía me buscará! ¡Mi familia me buscará!
-¿Por qué si para los de la empresa estás de vacaciones y para tu familia estás en medio de una auditoría? Por lo tanto, tu madre cree que estás hasta arriba de trabajo, así que no te molestará en unas semanas.
-¿Has hablado con mi madre?
-Una mujer muy agradable. Le he dicho que estamos encantados con tu trabajo y que después de la auditoría puede que te envíe a Japón para un curso de formación. Que no se preocupara por ti. Está claro que no tienen demasiado contacto.
-¡Púdrete!
-¿Qué paso, nena? ¿No aceptaste que volviera a casarse? ¿O que tuviera un hijo quince años después de tenerte? ¿Por eso esa rebeldía?
-¿Cómo sabes eso?
-Cuando te vi por primera vez, supe que traerías problemas. Tu chulería y tu manera de vestir, demostraba que aquella reunión te importaba muy poco. En cuanto saliste de la sala, le pregunté al director de tu departamento cómo habías llegado hasta allí y me enseñó tu curriculum. Te licenciaste por los pelos y está claro lo que ocurrió en la entrevista de trabajo. Odias la autoridad y durante la reunión solo me miraste una vez antes de dedicarte a chatear por el móvil. Lo interesante es que tu trabajo lo haces impecablemente. Estoy seguro de que lo haces para que no te puedan echar. Te gusta estar al límite desautorizando a tu superior. Y después vinieron los otros rumores. Esos llegaron en una comida de negocios. Uno de los invitados sacó a tu nombre a la conversación y no hubo que preguntar demasiado para enterarme de todo. Fuiste la comidilla de los hombres sentados en aquella mesa que no pararon de hablar de ti en dos horas y me imaginé que esos comentarios se repetían a menudo. Entonces fui por tu departamento y pasé por tu mesa. Te estabas pintando las uñas de los pies de rojo.
______ se sonrojó.
-Ya había terminado mi trabajo.
-¿Y consideras que es el lugar apropiado para hacer eso? -Dio un paso hacia ella y se encogió contra el cabecero porque parecía que quería matarla a golpes. -Pero no estás aquí por eso, nena. Estás aquí porque en esa discoteca perdiste el control y he decidido intervenir. -Alargó la mano. -Déjame ver la herida antes de que te vuelva a atar. -Asustada alargó la mano y él separó los dedos. -Joder... -siseó entre dientes al ver el corte.
-Necesito un médico.
-Vas a pagar las consecuencias de esto -dijo fríamente-. Y tendrás que soportar el dolor.
-¿Y si tengo algún tendón roto?
-Mueves muy bien los dedos -dijo divertido-. He visto cómo te agarrabas a la puerta. -Soltó su mano y fue hasta la puerta. -Por cierto. El cristal que has intentado romper nunca lograrías abrirlo. Espera ahí sentada mientras voy a por lo que necesito y te advierto que como te muevas, me voy a cabrear. De momento no te he demostrado hasta donde puedo llegar, pero te aseguro que no te gustarían las consecuencias. Eso te lo juro.
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Catch - KJI
FanficAhora eres mía. Así que será mejor que aprendas a comportarte bien y dejes de ser una calienta pollas.