Capítulo 5. Problemas.

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«Problemas»

—Perdón —dijo mi papá sarcásticamente y alzando una sola de sus cejas— ¿interrumpimos algo?

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—Perdón —dijo mi papá sarcásticamente y alzando una sola de sus cejas— ¿interrumpimos algo?

Flora y yo nos miramos a los ojos durante un segundo, para después volverlos a clavar en mis padres.

—Flor y yo solo estábamos...

—Me queda muy claro —me interrumpió mi padre, furioso.

—Joham. —Mamá me miraba decepcionada, pero se acercó a papá para poner una de sus manos sobre su hombro, en un intento de tranquilizarlo—. Flora no tiene la culpa.

Papá apretó tanto los labios que se convirtieron en una fina línea, mientras me seguía taladrando con la mirada. Durante un segundo, pensé seriamente en huir para evitar su furia.

—Flora —la llamó mi madre dulcemente— ¿nos dejas hablar con Jared a solas?

—Sí —tartamudeó ella antes de desaparecer.

Mamá volvió a mirarme, también con un rostro severo.

—Jared —me llamó con una voz más suave pero algo gélida— ¿no había otro lugar en el que tenías que estar justo en este momento?

Su comentario me sacó de onda y la miré, algo confundido. Papá resopló.

—¿No te dijimos esta mañana que había una reunión sumamente importante que no te podías perder? —continuó él.

—Oh —comprendí— la olvidé por completo.

—¡Eres el príncipe de Sunforest! —explotó mientras sus ojos se pintaban de rojo—. ¡No se te pueden olvidar las reuniones importantes solo porque tienes ganas de estar con tu novia! Los forestnianos se preguntan donde estás y no esperan que la respuesta sea besuqueándote por ahí... Teníamos un trato, Jared. —Me encogí un poco al escucharlo, muy pocas veces había visto a papá así de molesto. Al menos no conmigo—. Pero, por el amor del bosque, ¿qué haces todavía en el agua? ¡Ven para acá!

—No creo que eso sea una buena idea —murmuré.

Pero él me escuchó a la perfección y un brillo plateado resurgió desde el fondo de sus ojos, muy parecidos a los de Arus en ese momento. Alzó su brazo en mi dirección y el agua se agitó con ese simple movimiento, formando una ola gigante que me atrapó y empujó hasta la orilla. Caí sobre el césped tosiendo, ya que había alcanzado a tragar un poco de agua.

—¿Qué tengo que hacer para que te tomes en serio los deberes de la realeza?

Alcé el rostro y lo miré, algo dolido.

—Tan solo olvidé una reunión —intenté defenderme—, tampoco es el fin del mundo

—Jared —intervino mamá— te necesitamos en las reuniones, eres el futuro rey de Sunforest.

Sunforest 3. Jared Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora