Capítulo 32. Hermano.

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«Hermano»

Aparecimos en la cima del castillo, en donde se podía ver absolutamente todo el bosque

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Aparecimos en la cima del castillo, en donde se podía ver absolutamente todo el bosque. Ada soltó mi mano y se acercó al borde para observarlo con asombro. El vestido ondeó a su alrededor, movido por el viento de las alturas.

—Me preguntaste que en donde estamos —comenté señalando a nuestro alrededor y aclaré—: aquí es Sunforest.

Ada se giró hacia mí, con una mirada incrédula.

—Estás bromeando, ¿cierto?

Yo negué con tranquilidad.

—Te estoy diciendo la verdad.

—Pero... Sunforest no existe.

—No en la Tierra —confirmé—. Estamos en otra dimensión.

—¿Dimensión? —preguntó sin comprender.

—Tal vez esto sea difícil de creer —admití— sobretodo porque creciste en el mundo humano, pero existen muchísimas más dimensiones y esta es solo una de ellas.

Ada mordió su labio inferior, denotando inseguridad.

—Creo que no te estoy entendiendo.

Sonreí para tranquilizarla.

—Cuando llegamos aquí y conociste a Aiden, me preguntaste si había más como nosotros, ¿recuerdas? —Ella asintió—. Pues los hay, todos los que vivimos aquí somos mágicos y nuestra magia proviene del bosque que está a nuestro alrededor.

—¿Tú vives aquí? —preguntó frunciendo el ceño.

—Así es.

—Entonces, ¿qué hacías en la Tierra?

—Estaba buscándote.

Ella se tensó.

—¿Por qué?

—Porque eres como nosotros.

Ada se abrazó el cuerpo, aunque no estaba seguro de si era por el aire fresco de la mañana o porque de pronto se sentía vulnerable.

—¿Por eso puedo hacer magia?

—Exacto —confirmé.

Sus ojos se desviaron un momento hacia el bosque y pude ver a través de ellos que estaba juntando las piezas del rompecabezas que yo le estaba dando.

—Por eso soy adoptada... —comprendió en voz alta.

—Así es.

—Entonces, ¿no soy humana? —preguntó intentando controlar los temblores de su voz.

—En parte lo eres... pero también eres forestniana.

Decidí dejar la parte de hada para más adelante, ya que imaginé que eso la confundiría aún más. Además, ella aún no sabía que las hadas existían... ni que su novio era una de ellas.

Sunforest 3. Jared Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora