«Líder»
Necesitaba comprender muchas cosas, así que después de tranquilizar a Ada y dejarla sana y salva en casa, la convencí de que tenía que marcharme y que continuaríamos hablando de ese tema después. Al final, ella aceptó sólo porque aquel susto la había dejado bastante agotada y pensó que lo mejor sería descansar un poco.
Volví a Sunforest con un montón de emociones entremezcladas, por lo que decidí no aparecer dentro del castillo. No solo había descubierto que Ada podía hacer magia, sino que le mostré que yo también. Justo ahora no estaba seguro de si había tomado la decisión correcta.
—¿Arus? —lo llamé en voz alta.
El hada se materializó frente a mí y me miró con un rastro de sorpresa en su rostro, tal vez por haberlo llamado.
—¿Va todo bien? —preguntó.
—No exactamente. —Su rostro no cambió de expresión, pero alcancé a ver como sus hombros se tensaron, alertas—. Ada está bien. —Me apresuré a aclarar—. Pero, ¿sabías que puede hacer magia?
Sus ojos se abrieron con tanto asombro que aquella reacción no podría ser fingida de ninguna manera.
—Eso es imposible, hice el hechizo para reprimir sus poderes.
—Pues no estoy seguro de si tu hechizo se está desvaneciendo o ella es lo bastante fuerte como para someterlo, pero hace tres años que está consciente de que puede hacer magia. No logra controlarla, pero si alguna emoción fuerte la domina, la magia aparece.
—Mi hechizo solo se desvanecerá en el caso de que yo muera —explicó.
—Entonces Ada es increíblemente poderosa —suspiré— pero eso ya lo sabíamos.
Él asintió, aún sorprendido.
—¿Ella sabe que lo sabes?
—Si... y no solo eso —admití bajando un poco la voz—. Le confesé que yo también hago magia.
—¿Estás loco? —preguntó incrédulo.
—Quería demostrarle que no le tengo miedo. Además, hemos trabajado tanto para ser amigos que no iba a tirarlo todo por la borda solo por ese pequeño detalle... —Los ojos de Arus llamearon tan enfadados que mi voz se fue apagando hasta que guardé silencio.
—No debiste hacerlo —dijo con voz severa.
—Pero... —intenté renegar.
—No importa lo que pase, Jared. Ada deberá permanecer en la Tierra el resto de su vida para poder estar a salvo. No te hagas ilusiones o tendré que intervenir.
—¿Quién dijo que me estoy haciendo ilusiones? —pregunté con molestia.
—¿Por qué otra razón se lo dirías?
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Sunforest 3. Jared Rey.
Fantasy«Ada se encontraba a salvo. Lejos de nosotros y sin tener idea de que era la poderosa princesa de SunForest... pero sana y salva. Y eso era lo más importante. Sin embargo, algo en mi interior nunca me dejó tranquilo. Desde que Ada había nacido, yo m...