Reina de Corazones ━━ [Finalizado] 《1》

Capítulo treinta y uno: El tipo serio de la bufanda (Borrador)

—Princesa su comida. —avisó una sirviente entrando a la habitación.

—Gracias, pero no tengo hambre. Y... no soy una princesa.

—Perdone Ojou-Sama, pero se me ordenó tratarla como princesa, ya que es la prometida del joven príncipe.

—¿Qué príncipe?

—Katakuri sama desde luego. —respondió la chica.

—¿Es un príncipe?

—Es usted muy graciosa princesa... él es el segundo hijo de la Reina de esta tierra. —respondió muy sonriente.

—Ya veo.

—Katakuri-sama es un hombre muy noble y honorable. Todas las chicas del reino se pusieron tristes al saber sobre su compromiso. —negó con la cabeza e intentó remediar su comentario fuera de lugar—. Perdone mi atrevimiento, no debí decir eso... soy nueva en el castillo. Me trajeron para ser su sirvienta personal, mi nombre es Milly.

—Mucho gusto Milly, pero puedes llamarme por mi nombre.

—¿Está segura princesa?

—Claro que si Milly, no te preocupes por las tontas formalidades, yo las odio.

—Está bien Akira-sama.

«Milly sabe mi nombre real... pero ya no preguntaré algo más, podría meterla a problemas». Pensó un tanto sorprendida.

—Debe comer algo Akira sama, ha estado enferma últimamente.

—Milly retírate. —ordenó Amande entrando a la habitación.

—S-sí con permiso.

—¿Como te atreves a insultar a mi hermano en frente de los guardias? ¿Acaso planeas avergonzarlo frente a la plebe?

—¿De qué hablas? —inquirió (Tn).

—No te atrevas a negarlo, es algo escuché que algunos guardias comentaban en el pasillo. ¡Te dije que no le faltaras al respeto a mi hermano! —se acercó a paso acelerado—. ¡Él es un príncipe maldita mocosa insolente! —Amande se lanzó a golpearla y ella  no pudo defenderse. Cada ves que intentaba atacarla sentía que se quemaba por tratar de desobedecer la orden de Katakuri.

Por el ruido que se escuchaba, Milly, quien esperaba fuera de la puerta, se dio cuenta de lo que sucedía y fue corriendo a decirle a Katakuri, ya que él le había ordenado que lo mantuviera al tanto de todo lo que pasara con (Tn).

Al escuchar las palabras de la sirvienta, Katakuri se dirigió a su habitación pero ya era tarde. Encontró a (Tn) tirada en el suelo, golpeada y llena de moretones con sangre coagulada. La levantó con mucha gentileza, sintiéndose responsable por haberle ordenado que no atacara a sus hermanos, pero tampoco podía liberarla de su mandato, no podia arriesgar su familia y que ella terminara lastimándolos o peor aún... matándolos.

En realidad (Tn) no le desagradaba a Katakuri, de hecho sentía respeto hacia ella, por su fuerza y su poder. Él admiraba la valentía de las personas y su espíritu de lucha, y eso era lo que veía en ella. Por eso le causaba pena tener que reprimirla de esa manera, pero no había otra forma de controlarla.
No era como que disfrutaba hacerlo, pero era la voluntad de Big Mom, y para Katakuri eso era algo absoluto.

—En verdad lo siento princesa.

—Vaya, es el tipo serio de la bufanda. —soltó una risilla al toser sangre.

—Me llamo Katakuri, ¿sabes?

—Está bien, tipo serio de la bufanda. —La recostó en la cama y la acomodó sobre la almohada—. Por favor no me beses, eres guapo pero estás muy grandote para mi. Jajajaja... ¡Aaauucch duele! —se presionó las costillas—. Además estoy comprometida. —(Tn) notó que a pesar de que Katakuri se mantuvo callado, tenía sus mejillas sonrojadas debido al comentario, así que decidió aprovecharse de esa reacción—.¿Porqué tan sonrojado? ¿Te incomodé? —habló de manera pícara—. Estoy segura de que recibes halagos muy seguido.