Reina de Corazones ━━ [Finalizado] 《1》

Capítulo veintiséis: Complot (Borrador)

(Tn) terminó de hablar y contar sobre su vida desde el inicio hasta el día que se unió a la Familia Donquixote, y estaba a la espera de que todos la juzgaran y la vieran con desprecio por lo que hizo de niña. Pero por el contrario, parecían sentir admiración y respeto por ella, y por cómo había sobrevivido sola atravesando por todo eso sin endurecer su corazón.
La abrazaban y le reiteraban que podía contar con ellos, y que siempre estarían de su lado.

—¡Me van a asfixiar! —exclamó entre risitas y lagrimas de alivio, cuando Mihawk y Shanks la abrazaban fuerte—. ¡Aaaahhhh no respiro!

—Lamento interrumpir pero muchos saben que eso era la introducción solamente. Debemos proseguir. —dijo Doflamingo.

Todos cambiaron su semblante, pero se quedaron sentados cerca de (Tn) y continuaron en silencio.

—Enana... —Doflamingo se puso de cuclillas frente a (Tn), le besó la frente—, necesito que escuches con atención y seas fuerte. —(Tn) asintió, y él se puso de pie, debía continuar con aquello—. Estoy seguro que todos ustedes habrán escuchado sobre las armas ancestrales, Plutón, Poseidón y Urano. —Todos asintieron—. Pues... existe una cuarta arma, llamada también el arma definitiva. No es en sí un arma ancestral, sino la manifestación de una fruta del diablo en su forma humana, en pocas palabras, un demonio. Esta cuarta arma posee características de las tres otras armas, una fracción de poder de cada una. Esto surgió por una maldición que lanzaron aquellos que venían de la luna, quienes vivieron y perecieron en la guerra hace cientos de años, cuando Joy Boy lideró a los D en una cruzada sin esperanza. Esto es algo que tuvo a lugar en el periodo del siglo vacío, poco antes de que el Gobierno Mundial fuese creado. Desconozco mucho sobre ello, ya que todo lo relacionado a esos hechos, se encuentran en el templo donde se sienta el rey del mundo, justo debajo de lo que muchos llaman el "trono vacío". Lo único que sé es que por desgracia, la maldición tuvo a lugar en el momento en que la sangre de Un D., y un Tenryuubito se cruzaron.

Una sonrisa fugaz se dibujó en la cara de Trébol, quien ya no consideraba a (Tn) una amenaza, sino una herramienta que podía usar a favor de Doflamingo, y aunque este no la veía de esa manera, el malvado ejecutivo definitivamente ya tenía planes para la muchacha.
Pica y Diamante leyeron las expresiones de dicho desalmado, y decidieron en su interior, que no querían verse involucrados en nada de lo que tramara.

«Esto es más delicado de lo que pensé». Reflexionaba Marco.

—Esa arma definitiva, en su forma humana... eres tú (Tn), no... Saint Nikkolah Akira. —dijo Doflamingo

Al escuchar esa afirmación... (Tn) pensó en el hecho de que había pasado su vida sintiéndose como lo más bajo, y que de repente resultase que ella era un demonio con sangre de dragón celestial, hija de un rey, y a parte de todo... ¿una especie de arma de destrucción masiva? Simplemente era demasiado para ella.

—¡Me rehuso! E-esto es..., ¡me rehuso! En toda mi vida tan sólo quise un techo, comida para mi mesa, sólo quise una vida tranquila donde no me vieran de menos, ¿y ahora resulta que soy todo eso? ¡Pues me rehuso! —se puso de pie y parecía como si empezara a tener un ataque de ansiedad, y de nuevo el clima empezaba a desestabilizarse—. Todo es mi culpa, y ustedes no pueden... esto es por mi culpa, yo... yo...—respiraba agitada.

Doflamingo se dirigía hacia (Tn), debía calmarla antes de que se descontrolarla, pero Rayleigh le ganó la oportunidad y a paso acelerado caminó hacia a ella, la tomó de los hombros y la miró fijamente.

—Escucha señorita... todos los presente, hemos venido a formar una alianza por distintas razones. Y no digas que te rehusas, porque aunque no lo creas hay maneras de someterte y controlarte aún en contra de tu voluntad. Y el Gorosei no se quedará con los brazos cruzados ahora que saben que sigues con vida. El Gobierno mundial te considera una amenaza, y los otros tres yonkō ya empezaron a movilizarse para capturarte. Como dije..., hay maneras de controlarte, es algo que contadas personas saben, y los que saben buscarán la forma de hacerse de ti y usar tu poder para su beneficio. Así que no es momento de ser débil. —le hablaba con firmeza, no había tiempo para dudas—. Vinimos para unir fuerzas y evitar que todo se salga de control y suceda lo que sucedió en... —hizo una pausa y miró al suelo. Negó con la cabeza y prosiguió—. Bueno, simplemente no queremos que se inicie una guerra por el poder, eso significaría el fin del mundo. —puso su mano en la cabeza de la pequeña—. Seré franco, sé que Doflamingo quiere ser el rey de los piratas, pero sería más fácil detener a un sólo adversario que a muchos.