Capítulo cuarenta y siete: Ésta es mi manera de decirte adiós (Borrador)

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En medio de aquel intenso silencio que los había invadido en la habitación, esa que llevaban  compartido durante un par de meses ya, Kid sostenía la tierna mirada que (Tn) le regalaba..., era lo único que podía hacer después de todo. Tenía tantas ganas de decirle cómo se sentía en ese momento, pero su forma de ser lo obligaba a callar, lo hacía tragarse aquello que le estrujaba el corazón.
Al notar tal indecisión en su mirar, (Tn) se agachó, lo tomó de las mejillas y lo besó. Sin nada más que pensar, Kid correspondió la apasionada acción y la abrazó mientras ambos chocaban sus labios.

El olor a ron era fuerte, pero a (Tn) no le desagradaba en lo más mínimo si aquello era acompañado de los suaves y tibios besos de Kid. Sabía bien que él estuvo bebiendo mucho, y que eso sólo haría que todas sus emociones se intensificaran por el efecto del alcohol en su sistema.

Siguió besándolo a la vez que se desvestía frente a él, lo tomó de las manos y las colocó sobre sus pechos  desnudos, y sin demora alguna, Kid los acarició de manera tierna.
Avanzó encimándose sobre él, hasta lograr recostarlo en la cama... Deslizó la yema de sus dedos en ese abdomen tan sexi y remarcado que siempre llevaba al descubierto. Le beso el cuello, y el pecho... a la vez que se deshacía de la camisa y bajaba a su abdomen para quitarle el pantalón y las botas.
Seguidamente se puso de rodillas, tomando su falo en sus manos para empezar a lamerlo y succionarlo.

(Tn) rogaba porque a Kid se le pasara la decepción que se había llevado, y esperaba hacer el amor con él de tal manera... que olvidara que escuchó que ella aún amaba a Doflamingo. Deseaba con todo su ser continuar su relación con Kid, ya que era el único que había llegado a su vida sin intenciones ocultas y ningún interés en específico, más que por haberse enamorado de ella a primera vista.

Eustass Kid era ese hombre desinteresado que le daba su amor sin esperar nada, ni siquiera que se quedara a su lado. Respetaba todas sus acciones y decisiones, la apoyaba sin importar qué. Siempre estaba a su lado sin llegar sofocarla. Sabía qué hacer, cómo y cuando actuar conforme a cada situación...  Y es que (Tn) tenía claro que ambos compartían una fuerte conexión, como si fuesen una sola persona. Kid era capaz de saber lo que ella pensaba con tan sólo verla a los ojos.

«Me conoces tan bien Eustass Kid. Mi Kid... No dejaré que la sombra de Doflamingo se interponga en nuestra relación. No permitiré que mis sentimientos por Katakuri me desvíen de ser feliz a tu lado. Todo ha sido tan lindo y perfecto contigo..., y este amor que me das es lo que debo de atesorar mi bello y sexi pelirrojo». Pensó a la vez que lo lamía completo. Adoraba esos jadeos y gruñidos sensuales que le arrancaba con cada succión.

Él se levantó y la tomó de la cintura para luego tirarla la cama, le abrió las piernas y colocó su cara en medio de esa zona para comérsela viva y lamerle toda la sensibilidad.

—Amo lo húmeda que te pones por mi. —habló con un tono de voz muy seductor, mientras le introducía un dedo, el cuál entraba y salía en repetidas ocasiones. A su vez, no paraba de torturarla con la lengua...

Con tanta estimulación haciéndola perder la cordura, (Tn) arqueó la espalda, echó su cabeza hasta atrás y abrió más las piernas... aquella sensación era algo que le impedía quedarse callada.
Por más que quisiera aguantar un poco más, (Tn) era nada ante la experiencia y la técnica del pelirrojo, por lo que no pasó mucho para llegar al primer orgasmo. Lo haló de la cara, y él subió a comerle los sensibles botones de los pechos, esos que seguían erectos por las sensaciones que provocaba en ella.

Reina de Corazones  ━━  [Finalizado] 《1》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora