Reina de Corazones ━━ [Finalizado] 《1》

Capítulo cuarenta y cuatro: El fin de mi viaje (Borrador)

Habían sido días muy agradables en Isla Azul... estar con Kid la hacía sentir realmente bien, nada en absoluto le preocupaba...
Entre las ocurrencias de los chicos y cada problema a lo largo del camino, todos se habían vuelto muy unidos.

Zarparon hacia otra aventura y (Tn) estaba emocionada por llegar a la siguiente Isla, ya que se decía que habían muchas atracciones turísticas.

(Tn) consideraba que Kid había sido lo mejor que le había pasado en medio de toda esa confusión. Él era su amigo y su amante, estaba siempre con ella sin llegar a sofocarla, sentía que no tenía nada de qué preocuparse puesto que no le ocultaba nada.
Sabía con certeza que no deseaba nada de ella, más que su compañía, ya que Kid no buscaba la manera de aprovecharse de sus sentimientos o manipularla para que hiciera algo que él deseara. No intentaba frenarla ni controlarla, y tampoco le decía qué hacer con su vida, le daba su espacio y respetaba sus decisiones.

Le encantaba ver su sonrisa y que era feliz con ella, adoraba estar con todos allí y que cada día fuera una aventura sin importar dónde estuviesen.

Kid era único que había llegado a su vida de manera distinta, sin estar atada a una promesa de lealtad que resultó en un amor prohibido, sin estar sometida a las órdenes de un collar, o que le hayan modificado, implantado o borrado sus recuerdos. Tampoco estaba ligado a sentimientos remanentes hacia una persona, por haber vivido sin memoria y sin identidad verdadera.
Nadie le impuso que lo quisiera, nadie la obligó a nada con él. No encontraba las palabras suficientes para describir lo libre, feliz y tranquila que se sentía a su lado, pero, siempre hay un pero, y su pero era... Donquixote Doflamingo. ¿Porqué su recuerdo no se iba? ¿Porqué no podía enamorarse completamente de Kid? Oh, porque si bien era cierto, ella tenía demasiados sentimientos acumulados por el bello pelirrojo. Aún así, sin importar lo bien que se sintiera con ese hermoso hombre... al estar a solas, cuando no había ruido ni nadie a su lado, el recuerdo de Doflamingo llegaba y bombardeaba su corazón sin piedad alguna...
La lastimaba, pensarlo, la lastimaba en gran manera, ¿pero qué podía hacer? ¿llorarlo por siempre? Él mismo le dio a entender que ya no la quería a su lado, la apartó de él totalmente, aún así; ¿porqué no podía olvidarlo? Quería a Kid y quería a Katakuri, pero no como a él. Simplemente lo amaba, adoraba el monstruo, el despiadado, el malo..., y eso no tenía sentido, pero es que así es el amor, por desgracia, uno no elige a quien amar...

«Eres el demonio que me hizo ver que no hay mal sin el bien y no hay bien sin el mal. En tu locura me vi arrastrada por ese lado maravilloso que sólo me mostraste a mi. Eres el mal encarnado Doffy, el más increíble de todos. Y yo... aunque no quiera... amo ese monstruo».  pensaba (Tn), arriba en la torre del barco viendo al cielo, contemplando el atardecer.

—¿Qué hay en esa cabecita? Estás muy distraída hoy. —dijo Kid al llegar a la torre.

—¡Tulipán...! No te sentí venir. Jajajaja sólo pensaba en tonterías.

—Tonterías llamadas... ¿Charlotte Katakuri o Donquixote Doflamingo? —cuestionó sonriente, sin dejar de verla a los ojos.

—Kid yo...

—Está bien, preciosa. Yo sé que aún tienes sentimientos por Katakuri, y sé que no has dejado de amar a Doflamingo.

—Kid —exhaló desanimada—, yo no quiero que pienses en eso. —Él se aproximó a abrazarla, le besó la frente y no dejó de sonreírle, hacerle saber que eso lo entristecía era lo último que deseaba.