Reina de Corazones ━━ [Finalizado] 《1》

Capítulo treinta y nueve: Kid, bésame... (Borrador)

—¿Estás seguro de esto Aniki? —preguntó Corazón a su hermano.

—Aunque ella no quiera verme... debo intentar deshacer aunque sea unas cuantas cosas de lo que he hecho. —respondió Doflamingo, mirando hacia el centro de la ciudad desde la ventana de su oficina.

El día siguiente en las calles se comentaba:

—¡Doflamingo ha renunciado al trono de Dressrosa y ha restituido la anterior familia real!

—Creí que el rey Riku y toda su familia había sido ejecutada pero al parecer sólo permanecían cautivos en un castillo en otra Isla de Doflamingo.

—Renunció al trono pero al parecer Dressrosa seguirá siendo protegida por él.

—Los Tontatta formarán parte del consejo del anterior y nuevo rey Riku...

En cierta Isla...

—No he vuelto a saber nada de ella en dos semanas... —se quejaba Shanks, viendo al horizonte, en la orilla de la playa—. Al menos me debería llamar de nuevo para dejarme saber que está bien.

—¿Cómo te sientes con respecto a ella? —inquirió Mihawk, sentado a poca distancia del pelirrojo.

—Acepté mi lugar hace mucho. —se pasó los dedos por la melena—. Todo lo que sé, es que no nos debemos preocupar, la chiquilla estará bien.

—Pienso igual que tú, aunque ya quiero verla.

—Rachell estaría muy feliz al ver cuánto ha madurado su hija. —dijo el sonriente Akagami.

—Es cierto... tú la conociste, ¿qué pasó con ella?

—Fue la misma Rachell quien en una noche de tormenta, dejó su bebé frente a la puerta de la iglesia con una nota en su gorrito. Ella planeaba volver por la recién nacida una vez encontrara a su cuñado, el capitán Roger, pero nunca pudo llegar a él. No sé porqué, pero la pobre no sabía que llevaba dos años muerto, cuando quiso regresar por su hija, fue interceptada por CP-0., días después el Gorosei la ejecutó.

—Que bueno que te guardaste eso. (Tn) se habría puesto... —suspiró desanimado—. Al menos salvó su hija.

Isla Palmera...

—Está bien, ya no ruegues. —decía Kid—. Te llevare a la próxima Isla, aunque te ves linda con mis camisas y mis bóxers... no entiendo para qué quieres más ropa.

—Tus camisas me quedan como vestido, y los zapatos que he usado son el triple de grandes que mis pies, no pudo usar por siempre los tacones con los que me iba a casar.

—Lo siento preciosa, perdóname por no tener tiempo de pasar comprando algo para ti antes de ir, y luego de salir de Whole Cake para secuestrar tu trasero.

—Ya sé tuli-rojo. —dijo entre risitas—. Cerca de esa Isla hay una base que destruí durante mis primeras misiones con Doffy. Como no me interesaban los tesoros..., dejé cosas muy valiosas que podemos vender.

—¿Dejaste tesoros ahí y no te interesaste por ellos? ¿Qué hay de Doflamingo? ¿Acaso no los quiso?

—A Doffy no le interesó nada de eso. —respondió con una sonrisa de melancolía al recordar al rubio—. Él ya tiene demasiados tesoros, dudo que tenga espacio para guardar más.