Reina de Corazones ━━ [Finalizado] 《1》

Capítulo treinta y siete: Gritos al viento (Borrador)

Cargaba a (Tn) en su espalda mientras esta reposaba la cara sobre el esponjoso abrigo rojo.
Esas plumas... le recordaban a alguien en particular.

La sentía aferrarse a su espalda, y en varias cocasiones le pareció que su cuerpo se estremecía. Él se mantuvo en silencio hasta que logró escuchar un débil sollozo, detuvo su paso y sintió el impulso de decir algo, pero prefirió fingir no darse cuenta y siguió caminado por un rato más.

Antes de llegar donde sus nakama se encontraban reunidos preparando un banquete, Kid se detuvo y bajó a (Tn) de su espalda... la sentó sobre una roca y la quedó viendo fijamente. Ella quería disimular que seguía llorando, pero era tonto que lo intentara, pues él llevaba rato escuchando sus sollozos ahogados.

—Me duele verte así.

—¿Así como? —preguntó queriendo sonreír.

—No intentes hacerte la fuerte y tampoco quieras aparentar que no has estado llorando. —le dijo al tomarla de la quijada para hacerla verlo a la cara, sin embargo, ella no pudo seguirlo viendo a los ojos, y terminó apartando la mirada

—Odio esto Kid, en verdad lo odio... —se quejó entre sollozos.

—¿Qué cosa, preciosa?

—Odio el hecho de sentirme tan débil. Mi vida es un desastre y todo porqué resulté ser un maldito fenómeno. —su voz empezó a sonar entrecortada—. Odio llorar... ¡odio lo débil que me he vuelto! —se limpiaba con furia las lágrimas en sus mejillas—. Odio no saber qué hacer, siento que todo ha sido una mentira. Me siento más sola que nunca. —se restregó la cara—. El amor me ha quebrado, ¡odio esto! —lo tomó de la mano—. Kid... ¡Kid, Ayúdame! —le suplicó llorando, al aferrarse a su brazo.

Él la abrazó y le acarició el cabello... no sabía qué palabras usar para tratar de confortarla, pero sin duda haría su mejor esfuerzo.

—Hey, todo va estar bien. Ssshhh estoy aquí. —la abrazó fuerte mientras ella lloraba en su pecho—. Y no tienes que pedir mi ayuda, estaré contigo sin importar qué. —seguía abrazándola con fuerza, sujetándole la cabeza contra su pecho con ternura. Se quedaron así por un momento, y al sentir que ella estaba más calmada, le susurró—: Ven quiero mostrarte algo.

La subió a sus hombros y la llevó a una colina. En la cima había un árbol con un viejo columpio colgando de una de sus ramas, todo alrededor estaba lleno de flores de diferentes tipos y colores.

—Este lugar, es precioso. —le comentó (Tn).

—Este es mi lugar favorito en esta isla.

—Wow, esto es increíble. ¡Es una hermosa vista! —exclamó cautivada por el panorama.

A lo lejos se veía una pequeña villa, y lo que más sobresalía del paisaje era un molino de viento y una granja. Toda la zona era colorida, pero lo que más le llamó la atención a (Tn) fue un lago que estaba del otro lado de la colina. Quería ir a explorar, pero primero quiso subirse al columpio, al que Kid la ayudó a subir para luego mecerla.
Le gustaba como se sentía la brisa en su cara al columpiarse, y por alguna razón se sentía un poco aliviada de sus preocupaciones.
El travieso pelirrojo la empezaba a mecer más, y más fuerte, pero ella tan sólo se reía.

—Es una villa abandonada... —comentó Kid.

-—¿No hay nadie en esta Isla?