Reina de Corazones ━━ [Finalizado] 《1》

Capítulo cuarenta y dos: Cada final es un nuevo comienzo (Borrador)

Habían pasado unas pocas horas de que salieron de Isla Palmera, y (Tn) no se había movido de enfrente del cristal. Le fascinaba la vista en las profundidades, donde aun alcanzaban los rayos de sol, lo que le permitía disfrutar de aquello.

—Oye tulipán, ¡esto es asombroso!

—¿Te gusta?

—No puedo creer que aún con falta de luz, el océano se vea tan hermoso, ¡la vista es espectacular! —exclamó cautivada por lo que veía.

—Así es, la vista es espectacular. —dijo Kid mirándola fijamente, ignorando la vista del cristal.

—¿Dónde está Killer?

—Está en la cabina, dijo que encendería el piloto automático mientras toma una siesta.

—¿Estaremos bien sin nadie vigilando?

—Sí, no te preocupes todo estará bien. —exhaló un poco desanimado por lo que iba a hacer—. Preciosa, Katakuri llamó de nuevo.

—¿En serio? ¿Qué dijo? ¿Cómo está?

—Bueno, nunca me dice nada sobre él, sus llamadas son cortas para que no sean rastreadas. Sólo pregunta cómo estás y no tarda mucho en despedirse y cortar. Y es extraño que haya llamado dos días seguidos.

—¿Cómo es que nunca habla conmigo?

—No lo sé preciosa, siempre llama casi de madrugada.

—Bueno, quizá simplemente no quiere hablar conmigo. —habló con una expresión visiblemente triste.

—Deberías descansar llegaremos mañana por la mañana.

—Naaaah, me quedaré aquí... me gusta la vista. Siéntate conmigo tulipán. —dio palmadas sobre la alfombra.

—¿Cual es tu flor favorita? —preguntó Kid

—Tu cabeza. —respondió muy seria. Se vieron el uno al otro por un momento, luego de unos segundos soltaron una carcajada—. ¡Es en serio! Me gustan los tulipanes. Es mi flor favorita.

—Tonta.

Se quedaron un rato observando los peces y las medusas, hasta que él se durmió en el regazo de la joven.

«¿Cómo es que no me encontré contigo primero tulipán? Antes antes de Katakuri, antes de Doffy» Pensaba al verlo dormir tan tranquilo.
Automáticamente, se le dibujó una sonrisa al escucharlo hablar dormido, aunque no logró entender ni un poco de lo que estaba balbuceando.

Le acarició la cara y le quitó los goggles para que descansara mejor. Se los puso ella, pero como su cabeza era más pequeña que la de Kid, estos se le cayeron de su lugar, quedando como si fuesen un collar en su cuello.

—Aaaghh me quedé dormido, lo siento... —dijo restregándose los ojos. Se tocó la cabeza al sentarse.

—¿Perdiste algo campeón? —preguntó con una sonrisa maliciosa.

—Jajaja mi mini Kid... —dijo al ver los goggles en el cuello de (Tn)—, deja los ajusto para tu cabecita. —habló riendo.