Coger un avión a primera hora de la mañana habiendo salido la noche anterior no ha sido de nuestras mejores ideas.
Según Neus, porque había sido su propuesta, podríamos dormir lo que duraba el trayecto, que eran unas cuatro horas en las que descansaríamos por completo, no en vano volábamos en primera clase.
Para nada había sido así, no se había callado. Me había taladrado la cabeza con todas las razones por las que tendría que enviarle un mensaje a James diciéndole el bar en el que estábamos para que nos volviéramos a ver.
Según ella, no podía dejar pasar una oportunidad así, que por lo que le había contado, porque me había pedido todo tipo y lujo de detalles, habíamos conectado y que eso pasaba muy pocas veces, que tenía que aprovecharlo y acabar con lo que habíamos empezado.
Así había estado toda la noche y creía que después de eso, ya por la mañana, se calmaría un poco. Aunque pensándolo bien, no sé el motivo por el que lo creía; la conozco demasiado bien, Neus no es de ese tipo de personas, no se rinde con facilidad cuando un tema le interesa.
—Sigo pensando que deberías haberle mandado un mensaje —tercia ella al poco de aterrizar en el aeropuerto de Barcelona. Estamos esperando a que nos dejen salir del avión—. ¿Por qué no lo haces ahora? Puedes enviarle un mensaje diciéndole que has llegado bien.
—¿En serio? —me río y niego con la cabeza—. ¿Y le pongo también que he pensado mucho en él?
No es mentira, lo he tenido en la cabeza casi toda la noche, quizá influenciada por las constantes insistencias de Neus.
—Pues es una muy buena opción, ¿por qué no? También podrías decirle que te apetece verle de nuevo, pero que no has podido y...
No sé si ha captado que estoy bromeando, creo que no, está demasiado emocionada ante la posibilidad de que le envíe un mensaje.
Si no he hablado con él es por un motivo muy simple, no he querido hacerlo.
Primero porque no es que me apetezca, no por nada en concreto, James me parece un hombre muy interesante a la par que atractivo, no se pude negar lo evidente, es solo que no considero que podamos volver a coincidir nunca más y no quiero perder el tiempo. Odio hacerlo.
Además, en el caso que decida no borrar su número, que aún estoy pensándolo, si le hablo tan rápido, ¿qué gracia tendría la situación? Perdería el poder que tengo y eso no me gusta, adoro tener el control de cada aspecto de mi vida.
—Neus, no —la freno porque ha seguido sugiriendo cosas que podría escribirle—. No voy a mandarle nada, no me interesa.
—Y yo sigo sin entenderlo. —Me mira con una ceja alzada, pidiéndome que se lo explique—. Hay veces que no te entiendo por mucho que lo intento, y mira que son mucho años a tu lado, ¿qué pegas tiene James? Dime alguna y que sea coherente.
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La verdad tras su sonrisa
RomanceJames tiene un flechazo inmediato, y Mireia, aunque no lo admita, es consciente de que la tensión estalla cada vez que sus miradas se cruzan. **** Para James Watson, el día a...