Narra Mabel
Ya era de día con un sol realmente radiante, ¿cómo lo sabía? Porque estaba pegándome en todo el rostro haciendo que mi dolor de cabeza se sintiera 1000 veces peor. Me sentía horrible era como si un tanque seguido por 20 elefantes hubiese pasado por encima mío. Solo me limite a buscar uno de mis peluches tratando de tapar cualquier haz de luz en mi rostro.
-...¿eh? Porque es tan suave- dije entre dormida tocando un peluche muy blandito.
- Ma..ma..Mabel podrías...- dijo paz..¡¿PAZ?!
- ¡¿EH?!- grite sorprendida abriendo mis ojos de golpe sentándome para ver que ESTABA TOCANDOLE UN PECHO A PAZ. - LO LAMENTO- grite sonrojada quitando mi mano inmediatamente.
- N..No te preocupes estaba igual de desorientada que tu- respondió sonrojada hasta las orejas mirando a otro lado de la habitación.- sobre todo cuando estamos con resaca- agrego mientras se tocaba la cabeza.
- Porque malditos diablos están haciendo tanto ruido a esta hora de la mañana- dijo Bill apareciendo desde el piso. – Ahhh, ya se ¿quieren tener más privacidad para continuar? - continuo burlón masajeándose la cabeza.
- Cállate Bill- contesto Paz con un pequeño sonrojo. - ¿dormiste en el suelo? - termino, casi compadeciéndose de él.
- Al menos tuvieron la consideración de dejarme un par de mantas... y aquí arriba, no en el laboratorio- respondió mirándonos de frente al fin y SE VEIA HORRIBLE.
- ¿Porque diablos te ves tan condenadamente horrendo? - pregunte entre risas con algo de sorpresa. – en donde esta tu sensualidad habitual señor modelo- continúe, burlona.
- Como si tu estuvieras en las mejores fachas- respondió lanzándome mi espejo del velador.
- Estamos horrendas, pero no tanto como tu- dijo Paz mirándolo con gracia. - creo que podemos decirle ¿"corazón roto"? - pregunto haciendo comillas con sus dedos.
- Juro que si no me sintiera tan mal te dejaría volando todo el día encima de la cabaña- respondió con molestia mientras se ponía de pie. - No se ustedes, pero necesito exageradamente un vaso de agua- continuo, caminando hacia la puerta lentamente mientras se sujetaba la cabeza.
- Vamos todos juntos así al menos nos damos apoyo moral- dije bajando de la cama junto con Paz.
- ¿Donde esta Dipper? - pregunto Paz antes de salir de la habitación apuntando a su cama.
- No me interesa ni quiero saber, pero desgraciadamente leo su mente sin querer y está en la cocina esperándonos- respondió Bill con fastidio.
Al bajar a la cocina vimos cuatro platos con sopa recién servida y un vaso de agua con aspirinas a cada lado mientras que Dipper nos esperaba tal como dijo Bill, sentado con una taza de café en sus manos.
- Vaya, que tal está el trio de borrachos- pregunto con sarcasmo.
- Pues como crees- respondí con una pequeña risa.
- Siéntense, tomen un poco de agua, la sopa y luego se toman la aspirina si no quieren morir vomitando- respondió autoritario.
- A la orden señor- respondió Bill con una voz chillona molestándolo.
- No empieces Bill por......para quien es ese plato- interrumpo Paz tratando de evitar una batalla mientras aun estábamos punto de morir con el dolor de cabeza.
- Supongo que..para.....mi- dijo ¿WENDY? Prácticamente arrastrándose a la cocina.
- Por dios Wendy- dijo Dipper algo molesto tomándola de un brazo poniéndola de pie.
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Efectos Secundarios (Billdip)
FanfictionDipper y Mabel han vuelto a Gravity Falls después de seis años, todo en la ciudad se mantenía igual excepto por un detalle, un importante y peligroso detalle.