Tres; primeras impresiones

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Esta mañana desperté positiva, por primera vez en casi tres años estoy intentando entrar en confianza y entablar un amistad con alguien

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Esta mañana desperté positiva, por primera vez en casi tres años estoy intentando entrar en confianza y entablar un amistad con alguien. Con Melissa hablamos por mucho tiempo por lo que mis horas de sueño se habían reducido aquella noche, pero no me importó.

Había olvidado cómo se sentía hablar con alguien de esa manera, con tanta confianza y de distintos temas. Río un poco al recordar cuando hablamos sobre nuestro amor por Leonardo DiCaprio, ambas descubrimos que compartimos una pequeña obsesión por el actor.

Ahora tenía que ir nuevamente a clases, por lo que con un poco más de seguridad que ayer camino al salón. Filosofía siempre ha sido uno de mis temas favoritos de estudiar, por lo que estaba feliz de tener esta clase.

Aunque casi los últimos tres años de secundaria los termine en casa, siempre me encontraba leyendo o tratando de aprender más por lo que filosofía fue una de aquellas materias en las que siempre profundizaba.

La sala es grande y al igual que la de ayer, esta tiene una separación considerable de un pupitre con otro, lo que es un alivio. De a poco comienzan a entrar los otros estudiantes para que luego el profesor comience a hablar, este era joven, seguramente de no más de treinta y cinco años y con una barba perfectamente recortada, también, desde mi lugar se podía notar que era alto.

—Buenos días. Mi nombre es Alexander Mora y seré su profesor de filosofía este año. —comienza a hablar—. Este semestre será sobre los filósofos que cambiaron el mundo y partiremos con Platón...

Unos pasos distrajeron al profesor y a todos los presentes de su explicación. Un chico viene caminando intentando no hacer ruido, lo cual no logró, para luego sentarse.

—Lo siento. —dice el chico sacando su cuaderno— No podía encontrar el salón.

—Señor Davis, este es el segundo años que toma clases de filosofía, en otra ocasión invente otra excusa.—habla el profesor y sorprendentemente no suena enojado—. Le permito llegar tarde a mi clase solo por ser el primer día. Que no vuelva a ocurrir.

El chico da un pequeño asentimiento, este está a unos metros de mi lado por lo que puedo observarlo bien. Su mandíbula cincelada, su cabello castaño y sus facciones me hicieron dar cuenta que era el mismo chico con el que había chocado ayer. Es guapo.

La clase siguió sin más inconvenientes. El señor Mora hace la clase muy interesante y todo lo explica a la perfección, por lo que yo felizmente seguí oyendo y tomando apuntes hasta que la clase terminó.

~º~

Con júbilo camino hacia Melissa y Harper, quedamos en salir a comer juntas, además, había hablado con mi madre aquella mañana y se mostró feliz de que por fin tuviera alguien con quien hablar además de ella. Mi día no puede ir mejor.

—¿Qué van a pedir? —pregunta Harper mirando el menú de pizzas.

—Creo que pediré una Hawaiana. —responde Melissa un poco indecisa ojeando la carta.

—Aún no puedo creer que te guste la piña en una pizza. —dice la pelirroja negando con la cabeza y yo pienso lo mismo, es asqueroso —¿Qué hay de ti, Kate?

—Creo que pediré una de pepperoni.

—Esa es una buena elección.

Melissa la observa con falsa indignación para luego resoplar.

—Entonces Harper... ¿Conoces a alguien más aquí? —pregunto en un intento de sacar algún tema de conversación, habíamos iniciado mal por lo que no quiero que piense mal de mi.

—Sí, algunas veces nos juntamos. —responde para luego mirar su recién llegada pizza y darle un mordisco —. Quizás pueda presentárselos este fin de semana.

—¡Harper! Es de mala educación hablar cuando se está comiendo. —dice Melissa haciendo que la recién regañada solo se encoja de hombros.

—Como decía antes de que me interrumpieran. —mira mal a Melissa—. Hay una fiesta este fin de semana por que luego será el comienzo de temporada y todo eso.

—¿Comienzo de temporada? ¿De qué? —pregunto confundida.

—Ya sabes... el de fútbol americano y el de soccer. Al menos esos son unos de los equipos más importantes aquí y como ellos no pueden salir seguido una vez que empieza la temporada hacen una gran fiesta.

Me quedo pensando en su propuesta de ir a aquella fiesta, pero me comienza a faltar el aire cuando pienso en la cantidad de gente que habrá, en la gente que estará cerca de mí, en cómo me podrían drogar y aprovecharse de mi...

—¿Estás bien? —salto un poco cuando Melissa toca mi brazo, asiento lentamente —. De repente comenzaste a respirar muy fuerte y a sudar, ¿Estás segura de que estás bien?

—Sí... solo que no creo que sea buena idea que vaya a esa fiesta. —juego con mis manos mirando mi pizza —. Sufro de ataques de ansiedad al estar rodeada de una multitud.

Las chicas me quedan mirando para luego ambas asentir lentamente, luego, Melissa toca suavemente mi hombro.

—Lo entiendo. Podemos hacer algo diferente, ¿verdad? —dice mi compañera de cuarto mirando a Harper.

—Si, claro. —responde la pelirroja aunque no suena convencida, lo puedo notar en como hace un pequeño gesto de irritación.

Doy una pequeña sonrisa mostrando mi gratitud, sé que apenas conocía a estas chicas, pero podía ver un poco de luz en mi vida gracias a ellas.

Quizás no todo esta perdido.

Quizás no todo esta perdido

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Aleteo de mariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora