—¡Lo siento! No era mi intención interrumpir. —medio grito haciendo que ambas se separen y arreglen su ropa.
Un silencio incómodo se instala en la habitación y las tres nos miramos sin saber qué hacer.
No sé qué decir, aunque por toda la situación me dan un poco de ganas de reír, pero me aguanto para no incomodar aún más a las chicas. Muerdo mi labio inferior escondiendo mi sonrisa.
Creo que ambas harían una buena pareja.
—Creo que me iré. —dice Harper acomodando una vez más su ropa y parándose de la cama de la castaña—. Hablamos luego.
Observo a la pelirroja salir de la habitación para luego mirar a Melissa, esta está sonrojada y con una sonrisa de disculpa.
—Siento que te hayas enterado así. —dice sonando afligida.
—¿Por qué no me lo dijiste antes? —pregunto un poco herida con ella por no habérmelo contado—. Creí que teníamos confianza, yo nunca te juzgaría ni nada parecido.
—No es eso, yo quería decírtelo, pero.... —sus ojos se ponen llorosos y por primera vez desde que nos conocemos soy yo la que toma sus manos, las de la chica se encuentran un poco temblorosas y sudorosas—. Harper no quiere que nadie se entere.
—¿Por qué?
—Nadie sabe que es lesbiana y ella no quiere salir del closet.
Confundida observo a mi compañera de cuarto, esta comienza a sollozar y a jugar con sus manos.
—¿Cuándo comenzó todo?
—Apenas nos conocimos hubo una conexión, pero en la fiesta nos besamos, obviamente fue en mi auto ya que ahí nadie nos vería. —la castaña me mira atentamente—. Tienes que prometerme que no se lo dirás a nadie.
—¿A quién se lo diría? No conozco a nadie más aquí además de ti. —intento bromear.
Y aunque conociera a más personas nunca se los diría, sé guardar secretos, además, no creo que esto sea un tema para estar hablando como si fuera algo de otro mundo, es algo totalmente normal. Asimismo, Harper lo diría cuando esté preparada.
Nos quedamos mirando para luego reír ya que ambas sabemos que yo soy el ser más asocial del mundo.
~°~
Al siguiente día no vi a Harper en ningún momento y cuando entro a la habitación luego de clases puedo notar que Melissa tampoco ya que esta está toda ojerosa y con los ojos rojos.
—Quizás deberías llamarla. —la aliento ya que no me gusta verla triste. Estoy acostumbrada a que ella esté sonriente y feliz todo el tiempo.
La chica me observa con sus ojos aguados y pasa su mano frotándose un ojo para luego acostarse en su cama.
—¿Y si no contesta?, ¿Y si contesta pero me dice que ya no quiere nada conmigo? —llora y me arrepiento de haberle dado la sugerencia—. Me gusta mucho, Kate. Nunca había sentido algo así por nadie.
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Aleteo de mariposa
Teen Fiction"Me gustaría ser como una mariposa, ¿Sabes? Sentirme libre y hermosa, pero las cosas no son así. Soy prisionera de mi mente, sufriendo día a día al pensar en el pasado." Un nuevo comienzo. Eso era todo lo que Kate quería. Al fin ha encontrado el val...