Dejo mi maleta suavemente en el piso mientras busco mis llaves en mi bolsillo, una vez que las encuentro abro la puerta del mi dormitorio y entro.
Había hablado una sola vez con Melissa en mi tiempo en Arkansas y eso fue cuando apenas baje del avión, luego los días posteriores intenté llamarla, pero esta nunca contestó, lo que me preocupó un poco, aunque luego solo creí que quizás estaba pasando una buen rato junto con Harper y los padres de esta. Pero ahora, la veo acostada sobre su cama y sollozando, por lo que comprendo que algo malo sucedió.
—Melissa, ¿Qué pasó?— pregunto preocupada dejando mi maleta a un lado haciendo que se caiga, maldita rueda— ¿Le ocurrió algo a tu familia?
La chica no dice nada y cuando lo intenta solo sollozos salen de su boca. Me acerco a ella para luego sentarme a su lado y acariciar su cabello en un intento de que deje de llorar.
—Harper terminó...—comienza a decir la castaña entrecortadamente haciendo que apenas pueda entender lo que dice—, conmigo.
—¿Por qué? —pregunto sorprendida.
—Peleamos porque le insistí en que le dijera sus padres sobre lo nuestro, pero ella no quería por lo que simplemente terminó conmigo.
—¿Y como llegaste aquí?
—Volví en autobús el día de acción de gracias.
La miro aún sorprendida y acaricio su espalda suavemente. Me da pena ver a Melissa así y todo esto solo me dan más motivos para odiar a Harper, aunque el odio no me gusta, solo encuentro esa palabra para describir lo que siento por la chica.
—Creo que ella nunca quizo hacer pública nuestra relación. —habla Melissa luego de un tiempo. La castaña se sienta en su cama mientras pasa su mano por su mejilla, apartando el agua que se encuentra allí—. Incluso dijo que había estado con Peter, su amigo que estaba en la fiesta, ¿lo recuerdas?
Asiento aunque no me acuerde de él.
—¡Estaba con él mientras estaba conmigo! —grita la castaña mientras comienza a respirar rápidamente para luego comenzar a sollozar—. Yo la amo.
—Ella no te merece, Melissa. —digo suavemente mientras la miro y agarro su mano para luego apretarla suavemente—. No mereces ser el secreto de nadie o que alguien juegue contigo.
—Tienes razón. —se levanta de su cama decididamente, desconcertándome un poco. Esta chica es impredecible—. Ya he sufrido lo suficiente estos días.
La castaña se dirige al baño y cierra la puerta.
Bueno, eso fue raro. Pienso.
Comienzo a sacar la ropa de mi maleta para luego colocarla cuidadosamente y perfectamente doblada en mi armario. Luego de hacer esto me puedo dar cuenta el desastre que está hecha la habitación ya que la ropa de Melissa se encuentra en el suelo al igual que unas bolsas de papas fritas y cheetos.
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Aleteo de mariposa
Teen Fiction"Me gustaría ser como una mariposa, ¿Sabes? Sentirme libre y hermosa, pero las cosas no son así. Soy prisionera de mi mente, sufriendo día a día al pensar en el pasado." Un nuevo comienzo. Eso era todo lo que Kate quería. Al fin ha encontrado el val...