Quiero correr, gritar y alejarme de él. Pero mi cuerpo no reacciona, no puedo moverme por más que lo intento.
Él se acerca a mi, lentamente, acechándome y riendo cuando tiemblo asustada.
—Serás mía, pequeña zorra. —dice el hombre frente a mí mostrándome una sonrisa mientras comienza a pasar su mano por mi rostro.
Grito.
Sudor frío cae por mi frente mientras lágrimas caen por mis mejillas, al mirar a mi alrededor mi respiración se comienza a regular a medida que me doy cuenta de que estoy en mi habitación. Las luces se encuentran apagadas y solo se pueden ver las estrellas por la ventana. Todo es oscuridad, nuevamente.
Intento controlar mis sollozos para no despertar a Melissa, pero todo intento es en vano por lo que camino rápidamente al baño tapando mi boca con mi mano, la cual siento humedecerse con mi saliva y lágrimas.
Cierro la puerta detrás de mi y lentamente me desplomo en el piso. Hace un tiempo que no tenía pesadillas y ya me estaba olvidando lo reales que se sienten.
Paso mi mano por mi cabello, este se encontraba un poco mojado por el sudor y también se me pegaban unos mechones en la cara a causa de las lágrimas.
Lentamente me pongo de pie para luego mojar mi cara.
—Tienes que superarlo. —me digo a mi misma mirándome en el espejo, respiro y cuento hasta diez para calmarme —.No debes dejar que arruine tu vida.
Suelto un suspiro tembloroso para luego caminar silenciosamente a mi cama, enciendo mi celular y veo la hora, eran las cinco de la mañana.
Sabiendo que ya no podría volver dormir, tomo mi ropa para luego dirigirme nuevamente al baño y tomar un ducha.
Solo fue una pesadilla. Intento repetirme una y otra vez.
Ojalá hubiera sido solo eso.
~°~
Mi cabeza palpita con cada paso que doy, mi mala noche y mi falta de sueño me están jugando una mala pasada. Además, mis clases me mantenían estresada la mayoría del tiempo.
La combinación perfecta.
Cuando llego a la biblioteca esta se encontraba ya con grupos de estudio, una vez más no entendí por qué Jonas me pidió ayuda a mi si existían estos.
A lo lejos veo a Jonas, este se encuentra sentado en una de las mesas más apartadas. El chico al verme sonríe levantándose de su silla.
—Hola. —me saluda e intenta acercarse a mi, pero yo me alejo —. Verdad. Lo siento, lo olvidé.
Jonas suelta una pequeña risa incómoda para que luego los dos nos sentáramos.
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Aleteo de mariposa
Teen Fiction"Me gustaría ser como una mariposa, ¿Sabes? Sentirme libre y hermosa, pero las cosas no son así. Soy prisionera de mi mente, sufriendo día a día al pensar en el pasado." Un nuevo comienzo. Eso era todo lo que Kate quería. Al fin ha encontrado el val...