❣️ Cuatro ❣️ Kim Namjoon.

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Mejor enfócate en volver, no queremos que vayan a intentar algo en tu contra para que no vendas el edificio.

—Lo sé... Suni..., prométeme que no le dirás nada de esto a mis papás.

Mm... Sí, lo prometo.

—Gracias. Te quiero.

Yo también te quiero, enana.

Cuelgas la llamada con tu hermana y largas un suspiro cansado. No recuerdas haber tenido antes una llamada tan larga con ella y eso sólo te hace darte cuenta de lo lejos que están, y de cuánto comienzas a extrañarla.

También quisieras poder volver a casa ese mismo día, las clases en línea se sienten más complicadas y temes que el tal señor Park te busque para intentar hacerte algo atroz con tal de no ver su amado club en venta. Pero todavía tienes que arreglar ciertos asuntos antes de poder volver a casa. Así que te resignas a pasar unos días más en Seúl.

🌧️☁️

Luego de dar vueltas en tu cama durante casi una hora, has decidido salir a pasear. Puesto que es la primera vez que visitas la ciudad, crees que es una pena no conocerla más allá de los lugares que has tenido que visitar a fuerza con todo el tema del host club.

Te encuentras entretenida en una de las calles más concurridas, deteniéndote a penas por las tiendas que exhiben productos desde accesorios de moda hasta electrónica cuando algo te hace detenerte justo afuera de una muy pequeña librería. Puedes ver la portada de un libro que conoces bien, porque lo has leído varias veces pese a la sensación de melancolía que te deja leer el final; porque hay veces en las que te has sentido como Gregor Samsa.

Y luego todo lo que viene a tu mente es la imagen de Namjoon esforzándose en su trabajo, tratando de mantenerte entretenida y relajada mientras que Junmyeon termina su turno obligatorio en la recepción. Puedes ver una a una las expresiones del chico mientras hablaban del libro y ocasionalmente de otros temas, para ser sincera, fue una compañía agradable que sí, volverías a aceptar.

Entonces el remordimiento aparece y piensas que la consciencia humana es posiblemente el peor castigo del hombre. Haces memoria para recordar cuál fue el motivo por el cual explotaste, y caes en cuenta de que ni siquiera fue culpa de Namjoon, porque él sólo hacía su trabajo. Sin embargo tú le dijiste que era hipócrita y bajo trabajar como host, y que ese trabajo lo estaba haciendo miserable. Maldita sea... Sólo esperas que tus palabras no hayan acertado en algún punto blando.

Sacudes la cabeza para olvidar tu auto castigo y continúas caminando entre turistas y locales en busca de algún restaurante dónde comer. Pero algo te distrae.
Sientes un golpe en el brazo derecho, un jalón que te hace asustarte y cuando entiendes lo que está pasando, a penas alcanzas a gritar que te han robado tu bolso. Pero por unos segundos nadie se mueve, ¿qué esperabas? Todos tienen mejores cosas que hacer que meterse en problemas por una desconocida.

En medio de la conmoción decides correr detrás del sujeto que, obviamente ya perdiste de vista. Entonces alguien te detiene y te pide que esperes ahí, antes de verlo correr a toda velocidad detrás del ladrón. Y debes de estar loca, porque la gente alrededor te mira como si lo estuvieras cuando comienzas a reírte...

—No puede ser Namjoon —tratas de convencerte a ti misma.

—¿Unnie, conoces a oppa?

Agachas la cabeza hasta encontrarte con una niña de aproximadamente seis años que te sostiene con fuerza del pantalón. Te das cuenta de lo distraída que estabas desde que te detuviste en la librería hasta ese momento, ahora sabes por qué aquél sujeto vio la oportunidad para robarte, y también sabes que no estás loca, y en verdad es Namjoon quien salió corriendo detrás del ladrón.

Love Shot. Host Club. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora