RM se sienta frente a ti y recarga su mejilla izquierda en la mano mientras sonríe, tiene ojos hermosos, eso es lo primero que puedes notar, además del maquillaje. Te das cuenta entonces que no has dicho nada, no porque no quieras, sino porque no puedes.
—¿Te comió la lengua un gato? —Y él lo nota. Su sonrisa se vuelve más amplia y sus ojos se cierran a penas un poco, gesto que le da una apariencia peligrosa, similar a la que Suho te había mostrado antes—. ¿No tienes calor? Deberías quitarte el suéter, estamos a mitad de abril. Si quieres yo puedo-
—No —Le interrumpes antes de que pueda ponerse de pie. Te retiras el suéter únicamente porque es verdad que comenzabas a sentir calor.
—De acuerdo... —ríe y cambia de posición a una más relajada sin dejar de mirarte—. ¿Has visto la carta? Tenemos buena comida. ¿Quieres que te traiga algo para beber? Puedes pedirme lo que sea.
—Quiero que hablemos. También quiero comer, pero primero hablemos.
—¿Qué te gusta hacer?
Tan pronto como lanza esa pregunta, regresa a su posición inicial, casi como si de verdad le interesara escuchar lo que tienes para decir. Pero lo cierto es que puedes notar su descontento con estar hablando contigo, o quizás es que está cansado, el maquillaje pretende cubrir un par de ojeras profundas. Sin embargo él sigue sonriendo mientras espera tu respuesta.
Así es un host, supones.—Creo que tener pensamientos innecesarios.
—¿Cómo?
—No, nada... En tu ficha dice que te gusta la lectura. Dime, ¿cuál consideras que es un libro que todo mundo debería de leer por lo menos una vez en la vida? —Por fin ves algo de verdadero interés en el rostro de RM y mientras piensa en su respuesta, dedicas tu atención a la flama de la vela en el centro de mesa.
—La metamorfosis.
—Kafka...
—Sí. ¿Lo has leído?
—Varias veces —Levantas la vista para ver su expresión, está sonriendo, y por reflejo sonríes tú también—. ¿Por qué crees que todos deberían leerlo?
—Porque todos hemos sido Gregor Samsa alguna vez. Todos nos hemos sentido como un enorme escarabajo rechazado por el asco que ocasiona nuestra apariencia a otros. O todos hemos querido ser Gregor Samsa alguna vez.
—¿Por qué lo dices?
—En un empleo agotador, con una familia que depende de nosotros. O cualquier otra situación estresante que nos haga desear ser ese escarabajo gigante para poder permanecer en casa todo el día.
—Gregor Samsa tiene un final triste.
—Es un buen final. Gregor no podía volver a ser humano mágicamente. Kafka no podía dejar de ser menospreciado por su padre. A veces no podemos cambiar quienes somos, sólo hay que aceptarnos, aceptar nuestra vida y esperar el atardecer en nuestra ventana.
—Qué triste...
—No tiene por qué serlo.
Una sonrisa se vuelve a marcar en su rostro hasta hacer visible un hoyuelo en su mejilla. Estás distraída debido al recuerdo del final de Samsa, pensando que podía haber sido diferente, y es por eso que no notas el momento en el que RM estira sus brazos para poder atrapar tus manos entre la suyas con firmeza.
El tacto cálido te regresa al presente y por inercia retiras tus manos con cierta brusquedad. Él se disculpa.—No, yo lo siento. No estoy acostumbrada a esto y en realidad detesto que me toquen. Sólo vine porque Junm- Suho oppa, quería mostrarme el club en un día activo.
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Love Shot. Host Club. [PAUSADA]
Fiksi PenggemarNunca conociste a tu abuelo materno, sin embargo resultas ser la heredera más importante del anciano. De la noche a la mañana, te conviertes en la dueña de un host club que se encuentra al borde de la quiebra. Tendrás que lidiar no sólo con tus inse...