❣️Seis❣️Reinicio.

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Mi pequeño Samsa:
¿Qué tanto te estuvo contando sobre mí Jiyoung?

Esa ficha quedó algo específica.

Pequeña Samsa:
Nunca terminaría de decirte 😉

Mi pequeño Samsa:
Como sea

me gustó la sorpresa.

Todos siguen hablando de eso.

Gracias.

Pequeña Samsa:
Cuál gracias??

Quedamos que tienen que ayudarme, especialmente a controlar el carácter del Señor Park

Mi pequeño Samsa:
Haejin no es tan malo como parece.

Recuerda que un currículum no lo muestra todo...

Pequeña Samsa:
Tienes razón.

Hablando de currículum

ya sé que no eres mayor que yo

Y no tengo por qué llamarte oppa 😝

Mi pequeño Samsa:
Ups...

He sido descubierto...

Es hora de irme 😂

Pequeña Samsa:
Será mejor que lo hagas, casi son las siete

Suerte


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Un día te sientes convencida de que las únicas personas que merecen tus cuidados y preocupación, son tu familia; que la compañía de otros es pocas veces confiable y agradable; y que los hombres, especialmente hombres que bien podrían ser modelos, sirven a penas para preservar la especie, y quizás abrir las latas de mermelada que a veces no puedes abrir.

Y entonces, sin saber cómo, te das cuenta de que tus pensamientos comienzan a cambiar. Te das cuenta de que has estado generalizándolo todo y juzgando injustamente a otros.
Te miras a ti misma preocupada por un grupo de hombres atractivos a los que no conoces absolutamente nada, y comienzas a poner de tu esfuerzo por su bienestar, pero también por el tuyo.

La plática entre tú y el señor Park no pudo haber sido de otra manera. Con una mirada escrutadora estuvo observándote todo el tiempo mientras hablabas. No estabas segura de si habías perdido credibilidad debido a tu actitud petulante, o si de plano nunca te creyó capaz de dirigir el club. Pero era obvio que Park Haejin no te quería como dueña del Love Shot.

Lo que no sabía él era que tú conocías su posición, estaba atado de manos ante cualquier cosa que decidieras hacer del club, después de todo, eres la dueña del edificio.
Así que tan pronto como se negó a trabajar contigo, pusiste las cartas sobre la mesa. No ibas a vender el club que te pertenece, y si él no quería trabajar en equipo contigo y los host, podía renunciar a su puesto como secretario.

Te maldijo, literalmente te maldijo, y le dedicaste una sonrisa victoriosa porque sabías de antemano su decisión. Ahora sólo te quedaban dos cosas por hacer antes de poner manos a las obra: la primera era disculparte con todos los chicos del host, y la segunda era ganarte la confianza y aceptación del tal señor Park.

Love Shot. Host Club. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora