❣️Doce❣️

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Nunca te hubieras imaginado verte sentada en una cama de hotel de paso, comiendo chocolates y gomitas en forma de gusano mientras sostienes una plática agradable con el joven que te corrió de tu propio edificio heredado.

Primero habían hablado de todo y nada, cosas simples como comida, pasatiempos y cosas en común que odian. Cuando él te notó más calmada luego de tu inesperada crisis de estrés,  te preguntó el motivo de tu desánimo.

---Y terminé arruinando el trabajo de Yifan, de seguro me odia más que antes, si acaso eso es posible...

Su risa explota por toda la habitación, rebota por las cuatro paredes y se clava en ti como un ataque de flechas al aire. Se disculpa unos segundos después y te intercambia la bolsa de gomitas por la de chocolates, ya casi no hay.

---Sé muy poco sobre ti, pero por lo que he visto, eres una chica muy perfeccionista. Quieres hacerlo todo y quieres hacerlo perfecto. Pero tienes que aceptar que hay cosas en las que simplemente somos menos ágiles. No quiere decir que no puedas hacerlas, sólo que te tomarán más tiempo hacerlas bien.

---Eso lo sé, créeme. Pero simplemente no tolero ser tan... Tan...

---Torpe ---vuelve a reír una vez que completa tu frase---. Si fueras perfecta en todo serías una Mary Sue.

---Me gustaría ser una Mary Sue.

Ambos se quedan en silencio. Seokjin vuelve a intercambiar las bolsitas con dulces y te da la de gomitas, está vacía. Tú mirada viaja inevitablemente por toda la habitación, tiene una decoración simple pero cálida: una cama matrimonial con sábanas rojas y blancas; una mesa de noche a cada costado, una con una lámpara, la otra con un florero; las paredes son verde olivo y hay un par de cuadros renacentistas; un mueble bajo con una pantalla, películas, libros y una canasta con condones y lubricantes. Entonces recuerdas el lugar en el que estás, haciéndote sentir nerviosa de repente.

---Seokjin oppa...

---Wow, ¿de repente usas honoríficos?

---Mis tendencias narcisistas hacen que olvide usarlos, lo siento ---él le resta importancia al asunto de los honoríficos y entonces continúas---. ¿Tú por qué eres miembro de los servicios especiales? ¿Es porque quieres o-?

---Porque gano más dinero. Y porque quiero.

Voltea a verte y su sonrisa vuelve, es una sonrisa que te resulta extraña, parece como si fuera un niño que simplemente se está burlando de ti, así que te es imposible sentirte molesta.

---Yo sé que esto es prostitución, nos pagan por dar servicios sexuales y eso es ilegal. Pero me imagino que ya te explicaron lo del permiso. Las clientes nos piden el servicio, depende de nosotros aceptar, y depende de ellas el lugar dónde vamos a darles el servicio, es decir, que no siempre se da aquí. Normalmente ellas nos llevan a un motel que están obligadas a pagar. Nunca a su casa o apartamento, nunca a nuestro hogar. Y si no quieren pagar entonces tenemos estos cuartos. De esa forma el negocio se vuelve más como una salida casual, con el convenio de ambas partes de tener sexo. El dinero es un regalo, no un pago, a final de cuentas. Especialmente, porque el club no obtiene ganancia de ello.

Se detiene para ofrecerte chocolates, te niegas y continua sin dudar, comiendo chocolates y hablando.

—No lo vas a creer, pero todo empezó relativamente hace poco, por culpa de Hoseok. Una cliente le gustó tanto, tenían química y había una buena tensión sexual entre los dos que terminó aceptando una salida con ella luego de su jornada. El viejo se enteró que había estado saliendo con ella a cambio de algo más de dinero, lo castigó y luego nos preguntó a todos si había alguien más que quisiera hacer lo mismo. Cuando algunos quisimos unirnos, dijo que no habría problema siempre y cuando estuviéramos bajo su control, a fin de mantenernos seguros. Por eso se hizo este lugar, y por eso los controles de salud.

Love Shot. Host Club. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora