Capítulo 5. Problemas.

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El mar se agitaba con brusquedad y los rayos acompañados de truenos se hacían presentes en la escena. La lluvia caía de forma brusca y en grandes cantidades, por lo que la visión era mala, en cuestión de segundo todos estaban empapados en su totalidad.

Sin poder evitarlo el navío de Lan WangJi se terminó involucrando en el conflicto ajeno, las corrientes parecían acercarlo a la pelea aunque el capitán tratara de evitarla. Por todo el movimiento el agua salpicaba y empezaba a inundar ciertas áreas. HanGuangJun hacía lo posible para esquivar a los barcos y alejarse. La tripulación en las otras embarcaciones luchaba con relucientes espadas, saltaban de un barco a otro. En este punto los dos barcos negros estaban lado a lado.

Lan WangJi supo que el peligro iba en aumento cuando el sonar de un cañón inundó el ambiente, casi tan potentes como los truenos del momento. Si no salían deprisa de ahí estarían dentro de la línea de fuego.

Echó una mirada rápida y vio como los tres jóvenes se sujetaban a uno de los mástiles, esto era muy peligroso, si se quedaban fuera podrían resultar lastimados.

—¡Entren ahora!— les gritó HanGuangJun. No podía maniobrar de forma adecuada el navío ya que los más jóvenes al no estar impuestos terminarían resbalando e hiriéndose, o peor.

Con gran miedo Lan SiZhui fue el primero en soltarse y animar a sus amigos a seguirle, era su mejor momento, HanGuangJun trataba de mantener estable el barco mientras al mismo tiempo esquivaba la batalla ajena. Apenas se soltaron y avanzaron unos pocos pasos una ola los terminó empujando en uno de costados del barco, el impacto hizo que se golpearan sus espaldas y escupieran la poca agua que habían tragado. Tenían que entrar al camarote, era demasiado peligroso. JingYi intentó avanzar, pero en ese momento el barco chocó con uno de los navíos negros, por lo que terminó siendo empujado fuera de la borda.

En un rápido movimiento Jin Ling y Lan SiZhui lo alcanzaron a tomar de los brazos. Pero seguía colgando en dirección del oscuro mar.

HanGuangJun sentía que dejaba de respirar al ver el peligro que corría el trío de jóvenes, su rostro palideció mortalmente, iba de blanco a gris, debía ayudarlos pero no podía dejarlo de manejar el barco. Varios de sus hombres de igual forma trataban de acercarse y apoyar, el movimiento junto con las olas hacía la misión más complicada, además de que hombres ajenos ahora empezaban a luchar en los mástiles y parte de la borda de su nave.

Alzó la mirada y pudo divisar como Wei Ying luchaba en uno de los mástiles contra dos hombres. Aunque podría parecer que estaba en desventaja el hombre de ropas negras tenía una sonrisa en el rostro y hasta parecía divertido.

Sin terminar de analizar la escena una nueva ola golpeó el barco, esta terminó empujando a Jin Ling fuera de la borda también. Lan SiZhui sin poder sostener ambos pesos terminó cayendo de igual forma junto a sus amigos.

—¡HanGuangJun!—se escuchó el grito de los chicos mientras caían, para después desaparecer dentro de las aguas.

Todo era un desastre. Ya moviéndose por instinto soltó el timón y se dirigió hacia donde los chicos habían caído.

Se asomó al mar pero nada salía, las agitadas olas además de hacer la misión casi imposible de ver algo lo empujaban. Estaba a punto de lanzarse al agua cuando una voz conocida lo llamó.

—¡Capitán HanGuangJun! ¿Busca algo?— Wei Ying se encontraba parado en la tolda apoyándose en su espalda. Con su cabeza señaló algo. Tres jóvenes inconscientes estaban sujetados por una cuerda y recargados en uno de los mástiles de Chenqing.

Parecía que volvía a respirar y un gran peso de encima se le quitaba. Ahora tenía que ir por ellos.

—¡Lan Zhan cuidado! —la voz de Wei WuXian volvió a sonar. 

Contra Los Siete MaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora