Capítulo 21. Wen III.

3.6K 785 94
                                    

Por un momento la batalla quedó en el olvido de Wei Ying. Sólo podía pensar en la mancha de sangre que comenzaba a crecer justo al costado de Lan Zhan. Wen Chao tenía atravesada a Bichen justo en el corazón, causando su muerte inmediata.

WuXian nunca se había percatado del escape de Wen Chao, por ende había olvidado su existencia, jamás imaginó que esa rata trataría de atacar por la espalda. Cuando escuchó el grito de Lan WangJi y giró para enfrentarlo pudo ver claramente cómo el Lan se colocaba delante de él para recibir el ataque mientras al mismo tiempo clavaba su espada de Chao. Zhuliu aprovechó la conmoción para alejarse y recuperar su espada, encarando nuevamente al Wei Ying.

—¡¿Estás loco?!—gritó Wei Ying acercándose al Lan mientras envainaba sus dos espadas.

Lan Zhan estaba de pie con el ceño ligeramente fruncido, quizás por el dolor. La cuchilla no parecía estar envenenada, pero no por eso no le dolería. Como si no fuera la gran cosa el Lan retiró la pequeña hoja de quince centímetros de su interior y la arrojó al mar. WuXian arrancó un pedazo de su ropa y presionó la herida del Lan. Parecía que no había dado en ningún órgano vital, pero aún así si no detenía el sangrado sería mortal.

Sintió como Lan WangJi lo envolvía con un brazo pegándose más a su cuerpo mientras con el otro retiraba la espada del inerte cuerpo y la alzaba para bloquear el ataque de Zhuliu.

—Capitán HanGuangJun —habló Zhuliu mirando al hombre de túnica blanca.

Lan WangJi no dijo nada, en su lugar empezó a blandir la espada, pero al tener a WuXian muy de cerca limitaba sus movimientos, sin contar la herida que no dejaba de sangrar. El de ropas negras se apresuró a sacar sus armas y unirse a la batalla. Entre ambos todo parecía más sencillo, siempre sabían cómo moverse y cuando atacar. Zhuliu no duró demasiado antes de recibir el primer ataque. De un solo tajo la mano del Wen salió volando junto con la espada.

Wei Ying soltó una patada haciendo que Zhuliu se estrellara con la orilla del barco.

—Sé que eres un buen perro y aprecias a tu amo—dijo WuXian—Por eso lo mandaré junto contigo en cuanto lo tenga enfrente.

Sin más, enterró ambas espadas en el Wen para sacarlas y dar una segunda patada mandándolo directo a las aguas.

Wei Ying giró para ver a Lan WangJi. El hombre seguía de pie y parecía estable, pero la sangre no dejaba de brotar, además de lucir demasiado escandalosa por la vestimenta de este.

—Busquemos a Wen Qing—dijo Wei Ying acercándose al Lan. Apenas tuvo tiempo de soltar aquellas palabras cuando más hombres abordaron a Chenqing.

—Terminemos primero con esto—dijo el Lan sosteniendo su espada listo para la batalla.

WuXian no lucía seguro—Pero tu herida...

—Estoy bien—los ojos dorados le miraron indicando que todo estaría bien, pero en este momento Wei Ying no lo creía. Mientras no atendiera su herida no podría concentrarse en pelear.—Estamos cerca de Wen Rouhan. —fue lo único que dijo Lan WangJi antes de alejarse y comenzar a luchar.

—Rouhan...—murmuró Wei Ying. En esta ocasión sus ojos no estaban nublados de ira y venganza, ahora sólo había temor, temor por la persona que más amaba. Sentía que su historia de perder a sus seres queridos se repetía nuevamente.

—¡A-Ning!—el grito de Wen Qing sacó a WuXian de su trance.

Los ojos grises terminaron en la figura de su amigo que colgaba de uno de los mástiles.

—¡Lan Zhan!—llamó WuXian, una vez tuvo la atención de los ojos dorados apuntó hacia arriba.

Lan WangJi pareció entender el mensaje y tomó una de las cuerdas que estaban en el mástil, cuando WuXian estuvo lo suficientemente cerca lo tomó de la cintura con fuerza. El de ropas negras extendió una de las espadas cortando la parte tensa de la cuerda. Seguido de eso ambos empezaron a subir rápidamente hasta lo alto del mástil, llegando justo antes de que Wen Ning cayera. Mientras Wei Ying tomó de las manos al Wen, el Lan bloqueó al enemigo y lo hizo caer.

Contra Los Siete MaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora