Contra Los Siete Mares

Capítulo 16. Reencuentro.

XiChen apretaba sus manos por cada minuto que pasaba, aunque por fuera luciera tranquilo en realidad estaba demasiado nervioso. Ya iban casi cuarenta minutos y su hermano no aparecía con Wei WuXian.

—ZeWuJun no se preocupe, no tardarán en llegar —susurró Lan SiZhui.

El resto de líderes esperaban con impaciencia a que llevaran los dos últimos faltantes.

De un lado los Jiang se mantenían alerta, los más feroces eran madame Yu y WanYin, con una mirada aterradora, de otro lado MingJue hacía comentarios bajos con los Jin; ZiXuan, GuangShan y GuangYao.

Pero el que más preocupaba a XiChen era Lan QiRen, quien había llegado antes de lo previsto a GusuLan y justo ahora miraba con enojo las puertas, pues detestaba la impuntualidad, más si era por parte de su familia.

—¡¿Dónde están?! —gruñó Jiang Cheng—¡Sabía que no debía de quedarse bajo la responsabilidad de Lan WangJi! De seguro ya se le escapó y no tiene el valor de darnos la cara. ¡Qué cobarde!

—¡El Capitán HanGuangJun no es ningún cobarde! —gritó JingYi—. ¡Él y el mayor Wei...!

—Silencio —le dijo en voz baja Lan XiChen.

—Pero...

Lan SiZhui le interrumpió. —Hay que ser cuidadosos, recuerda que ninguno de ellos sabe de la relación entre el Capitán HanGuangJun y el mayor Wei —susurró.

El Lan asintió y trató de mantenerse callado.

—El Patriarca Yiling debió estar tras las rejas en cuanto puso un pie aquí —dijo GuangShan con desprecio.

Los Lan más jóvenes sólo pudieron seguir soportando cada comentario que salía del resto de Capitanes.

—No entiendo como permitieron que anduviera sin vigilancia —dijo Madam Yu desesperada.

—Mi Señora tranquila, ya llegará —le trató de calmar FengMian.

Lan JingYi habló. —Él tiene vigilancia...

—JingYi —le llamó Lan SiZhui mientras negaba con la cabeza para que se callara.

—Apuesto a que debe estar acosando mujeres allá afuera —dijo con molestia Jiang Cheng.

—Pff —JingYi trataba de contener su risa, y SiZhui tosió disimuladamente.

XiChen ni siquiera prestaba atención, sólo esperaba que su hermano llegara en ese momento.

—Tal vez... HanGuangJun lo dejó escapar —dijo GuangYao.

—El Patriarca Yiling debió engañarlo con algo —comentó MingJue.

JingYi ya no pudo con todas esas palabras. —¡Por favor el mayor Wei es la persona más importante para HanGuangJun y se nota que él también le quiere, así que no escaparía y el capitán no le dejaría ir!

—¡JingYi! —gritó alarmado Lan SiZhui.

Toda la sala se quedó en silencio, XiChen no sabía si decir algo o quedarse callado.

—¿Qué dijiste? —Jiang Cheng parecía incrédulo.

JingYi desvió la mirada. —Yo...

En ese instante la puerta se abrió revelando a las dos figuras que tanto esperaban.

Al igual que hace unos pocos días ambos iban lado a lado, Lan WangJi con una cara de seriedad y Wei Ying con actitud despreocupada, pero ahora todos les veían con otros ojos.

—Soy yo o nos miran de forma extraña—. WuXian se acercó al Lan para decirle esas palabras, pero en cuanto ambos estuvieron más cerca todos los presentes se tensaron.