Contra Los Siete Mares

Capitulo 24. Capitán.

13 años después.

La brisa marina acariciaba el rostro del atractivo joven, su cabello se mecía suavemente mientras sus ojos parecían perderse en el horizonte; las nubes blancas surcaban el cielo claro mientras que algunas aves cruzaban el firmamento. Un hermoso día sin duda.

—Es increíble—dijo una voz a sus espaldas—Pareciera que fue ayer que soñamos con navegar y comandar un barco. ¡Ahora eres Capitán y se te ha otorgado la nave de HanGuangJun! ¿Puedes creerlo SiZhui?—JingYi se corrigió de inmediato—¡Quiero decir, Capitán SiZhui!

SiZhui rio suavemente y miró a su amigo. —Aún nos queda mucho camino por recorrer JingYi, pero ya cumplimos nuestra primera meta—SiZhui respiró el aroma salino que destilaba a su alrededor, después habló: —¿No te arrepentirás por haber rechazado la nave que te ofreció el Capitán ZeWuJun?

—¿Estás bromeando? —cuestionó JingYi—La nave era hermosa, pero si la tomaba me separaría de ti. ¡Acordamos ir todos juntos a descubrir nuevos horizontes! ¡No lo olvides!

SiZhui rio bajo—Sólo espero que no te arrepientas. 

—Jamás me arrepentiría de elegir a uno de mis mejores amigos. Por cierto ¿Dónde está Jin Ling? ¿No íbamos a dejarle en Yunmeng?  

El Lan se encogió de hombros: —No ha de tardar en llegar. 

Una nueva voz llamó a SiZhui. —Capitán.

—Wen Ning—respondió el Lan con una sonrisa. —¿Todo listo para zarpar?

—Sí Capitán—asintió el Wen.

SiZhui se percató de que Wen Ning parecía querer agregar otra cosa. —¿Pasa algo Wen Ning? 

—Parece ser que otra vez lo vieron...—murmuró el Wen con cierta emoción en sus ojos. 

Lan SiZhui miró de inmediato al horizonte y sonrió con nostalgia: —¿En dónde?

—Moling...

Los ojos de SiZhui dejaron de observar las aguas y giró para mirar al Wen. —Eso está cerca de nuestro destino. 

—¿Todavía siguen buscándolos? —Cuestionó la voz de Jin Ling quien acababa de abordar el barco. 

—Claro que sí—dijo JingYi enseguida—SiZhui asegura que son ellos. Y yo también lo creo. 

—¿Sabes que existen demasiado barcos negros? Chenqing se destruyó hace mucho, mi tío y mi padre lo vieron con sus propios ojos, incluso Wen Ning lo vio—comentó Jin Ling—Además, si se tratara de ellos ¿por qué mantenerse ocultos? Yo creo que sólo se trata de alguien tratando de ganar relevancia. Sólo hubo y habrá un Chenqing. 

—¡Qué poca fe tienes! —gritó JingYi. 

En cuestión de segundos Jin Ling y Lan JingYi empezaron a pelear. Lan SiZhui los escuchaba discutir, pero no les prestaba atención realmente. 

Todo lo que había dicho Jin Ling eran cosas que él ya había pensado, pero aun así no podía evitar tener un atisbo de esperanza. La única forma de que él estuviera seguro de que no se trataba de ellos era mirar el barco en persona. Chenqing fue único en su clase, SiZhui aún tenía muy en la memoria ese barco, por lo que sabría reconocer una copia y el original. El único problema es que en los años que llevaba recorriendo el mar jamás lo había visto de nuevo. 

Un día después de que terminó el luto se escuchó el primer rumor. Un navío negro había sido visto navegando mar adentro, poco después empezaron a surgir más y más rumores y con ello las ansias de SiZhui por saber que tan ciertos eran.