Capítulo 15. GusuLan.

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Wei Ying respiraba pesadamente mientras miraba atentamente a los cuatro hombres que parecían acecharlo desde los barcos. Lan WangJi seguía fijo en su lugar y con mirada seria.

—¡Jin Ling! —gritó Jin ZiXuan al ver a su hijo cerca del temido Patriarca Yiling—. ¡Ven de inmediato!

El joven tragó duro, no sabía por qué, pero lo último que quería era estar en el mismo barco que su papá, o peor aún, su tío.

—Chicos —llamó Lan XiChen a los dos Lan menores—. Vengan aquí...

En ese momento Wei Ying giró para ver a los jóvenes, y con ese simple movimiento otra voz rugió con furia.

—¡NI SE TE OCURRA MOVER UN MÚSCULO WEI WUXIAN! —Jiang Cheng parecía a punto de echarse un clavado a las aguas para poder matar a Wei Ying.

El de ropas negras se mantuvo callado y sólo se acercó un poco más a Lan Zhan.

—Patriarca Yiling, le sugerimos que suelte al capitán HanGuangJun, está rodeado y sin su barco, a menos que quiera una pelea que obviamente perdería—. Nie MingJue habló mirando fijamente a Wei Ying.

Antes de que WuXian abriera la boca Lan WangJi habló. —No estoy secuestrado —aclaró—, yo me haré cargo de él.

Un silencio sepulcral inundó el ambiente.

—Disculpe Capitán ¿Usted dijo que se haría cargo de ese hombre? —MingJue fue el primero en poder decir algo.

—Así es.

Jiang Cheng no pudo tolerar esas palabras. —¡Lan WangJi, WuXian pertenece a Yunmeng, así que no interfiera!

Los ojos dorados adquirieron cierto filo. —Capitán Jiang WanYin, le recuerdo que hablamos de una persona, no una cosa, él no pertenece a nadie—. Aunque no gritaba ni parecía alterado su voz sonaba con fuerza. —Ahora mismo yo soy el más cercano a él, por lo tanto YO tomaré la responsabilidad.

—¡Capitán HanGuangJun, es increíble que lograra atrapar al hombre! —dijo Jin ZiXuan—. ¿Pero no cree que estaría mejor en manos de los Jiang?

—No, no lo creo —dijo frunciendo su ceño.

En este punto los ojos dorados estaban fijos en Jiang Cheng, quien era el que consideraba de mayor amenaza. Mientras tanto el Jiang apretaba los dientes con furia, por fin lograba acorralar a Wei Ying, pero aún no podía tomarlo y arrastrarlo a Yunmeng, su único obstáculo era Lan WangJi.

Lan XiChen estaba asombrado, nunca había visto a su hermano tan molesto y decidido en algo. No podía dejar que esto siguiera así, sino habría problemas.

Por fin XiChen se aclaró la garganta con intenciones de hablar. —Caballeros no hay que alterarse, lo mejor es reunirnos en tierra —como siempre su voz fue escuchada.

—El Capitán ZeWuJun tiene razón —afirmó el Jin.

—¿Hacia dónde nos dirigimos? No podemos llegar a cualquier lugar, es peligroso meter a un hombre como al Patriarca —dijo MingJue.

Wei Ying quiso reír. —El único peligro qué hay es que me termine las jarras de alcohol —susurró en voz baja.

XiChen tomó una decisión y esperaba que fuera la correcta. —Tal como mi hermano dijo, el Patriarca Yiling está ahora bajo el cuidado de GusuLan, por lo tanto recomiendo dirigirnos hacia allá.

—¡Ni lo pienses ZeWuJun! —gritó enfurecido Jiang Cheng. No quería alejar a WuXian más de su alcance.

—No será permanente, simplemente se tomará la decisión de qué hacer con él —XiChen esperaba que fuera suficiente para convencer al Jiang, era lo único que podía hacer por su hermano. Además de que quería una explicación.

Contra Los Siete MaresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora