Bajo los Reflectores

Capítulo Cinco

Lucinda:

Regla número uno: Estudia bien a tu paciente.

Y por eso mismo, no me sorprendió que Callum Creed no asistiera a la sesión programa del día siguiente.

Me quedé esperándolo hasta que se hizo tarde y luego supe a donde fue al ver el interior de mi chaqueta.

Una fiesta.

Tenía la invitación.

¿No tenía nada que perder, no?

Así que fui, entre sin hacer cola y siempre hago cola, una vez adentro creí que sería fácil, pero fue todo lo contrario.

Estaba lleno, creo que hasta superaba el límite de capacidad.

Y me sentí alarmada cuando note que vendían sustancias ilisitas, no solo las vendían, te hacían probar una muestra.

Entre éxtasis, marihuana, cocaína y también había mucho alcohol, pero más éxtasis.

Una droga con el solo tomar unas cuantas pastillas podías caer en un coma debido a la sobredosis o morir, no se cual es peor.

No me sorprende que Callum metiera esto a su cuerpo si solía ir a estos lugares donde figuraba mucho estas sustancias, tarde o temprano alguien iba a ofrecérselo y tarde o temprano iba a probarlas.

Lo hizo.

No puedo creer que me metiera aquí para conservar un empleo..

Suspiro y sigo buscando, entonces reconozco a unos metros de distancia, justo donde se encuentran las bailarinas realizando un baile erótico.

Ahí está.

Callum:

El cielo..

Ahí me siento, luces de colores y todo girando por todas partes.

Y luego un ángel.

¿Ya me morí? Joder.

Ángel no va a estar muy feliz.

Tendrá que pagarme un buen funeral, un ataúd de oro y televisado, sí, quiero que mi funeral sea televisado.

Y quiero que me cremen.

El angel me abofetea la mejilla.

—Mierda.

—Callum..

Abro los ojos con fuerza.

—Dios mío, Callum, tienes los ojos dilatados.. ¿Qué consumiste?

¿Qué no consumi?

Me rio y luego veo su rostro.

—¿Nena?

Lucinda me observa con una cara de pocos amigos.

—¿Qué haces aquí?

—No asististe a la terapia.

—¿Y eso te hizo venir?

—Necesito el empleo. —Me recuerda.

Solo por eso.

—Ven aquí..

Me ayuda a ponerme de pie.

Y luego siento que desfallezco.

Lucinda:

—¿Es parte de las terapias ir a recogerlo a las fiestas y traerlo a casa?. —Me pregunta Ángel mientras me ayuda a subir a Callum al piso de arriba, a su habitación.

¿Por qué son tantas escaleras?

—No, quizás cobre el doble.

—Que honesta.

Nos cuesta y al final, el deja el cuerpo de Callum en la cama.

—¿Esta bien?

—Sí, solo se desmayó, no te preocupes. —Respondo yo. —No es una sobredosis.

Ángel se ve aliviado, se nota que estima mucho a Callum.

—Traeré algunos paños y agua a ver si no tiene fiebre.

Asiento con la cabeza.

Me deja sola mientras quito las sabanas para taparle con ellas.

Callum abre los ojos y se sienta sobre la cama, me acerco a él.

—Al fin desper...

Me vomita.

Me vomita encima manchándome toda la camiseta y los jeans.

—Lo siento.

Y vuelve a caer.

El...

Me acaba de vomitar.

¡Esto no está pasándome a mí!

Hola..

"No tenia nada que perder"

Bueno, perdiste unos jeans JAJAJAAJJA

>>Yiemir.