Capítulo Doce

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Lucinda:

Jackeline Alson es Hermosa.

Es muy Hermosa, su belleza deja por los suelos a muchas mujeres hermosas aquí.

Tiene todo lo que físicamente un hombre desea de una mujer y

No solo físico.

—Mucho gusto, Lucy.

Es muy amable.

—Así que eres la terapeuta de Callum.

Y tú eres la ex..

Asiento con la cabeza.

Callum evita mirarla, aunque está a mi lado.

—Me alegra que alguien ayude a mejorar a Callum, si necesitas algo de mí.

Ella me entrega una tarjeta.

—Mi numero esta ahí.

—¿Por qué necesitaría ella algo de ti?

La sonrisa de Jackeline se borra y pone los ojos en Callum.

—¿Por qué necesitaría yo algo de ti, Jackeline?

Los ojos de ella tiemblan.

—Sigues molesto. —Ella intenta sonreír. —Callum..

—¿Cómo no podría seguir estándolo?. —Le pregunta alzando la voz y ella se sobresalta.

Sus ojos se llenan de lágrimas.

—Callum. —Intento hablar, pero no me hace caso.

—Lucy no necesita nada de ti, así como yo no necesito nada. —Sigue, está siendo muy cruel y ella no ha hecho nada malo. —Me dejaste cuando te necesitaba.. ¿Por qué lo haría ahora?

Jackeline pone los ojos en mí.

Quiero llorar.

Hasta que alguien detrás le rodea la cintura, Callum observa sorprendido la escena.

—¿Todo bien, cariño?

Jackeline asiente con la cabeza.

—Amor, él es Callum y ella es Lucy, su acompañante.

Mira temerosa a Callum.

—Él es mi prometido, Callum.

La respuesta de Callum es tomarme la mano y sacarme de ahí, lo último que escucho de Jackeline, es decirme que le dio gusto conocerme.









(*)











Esta descontrolado, desde que llegamos a casa, así esta.

Callum subió corriendo a su habitación y antes de poder ingresar con él, me cerró la puerta y desde entonces no ha dejado de romper cosas adentro.

—¿Sigue haciéndolo?. —Pregunta Ángel del otro lado de la línea, era su noche libre y tenía una cita, lo he arruinado.

Pero no sabía a quién más acudir.

Callum grita.

—Ya lo oi, iré lo más rápido posible.

—Esta bien.

Voy a colgar.

—Y, Megan..

—Si.

—No insistas.

—¿Qué?

—Lo mejor será que esperes abajo, por tu bien hazlo.

Me cuelga.









(*)










Espero en el primer piso mientras Ángel intenta hablar con él y pasan varios minutos antes de que los ruidos cesen y más de medio hora para que Ángel baje sin Callum.

Me acerco a él.

—¿Cómo está?. —Pregunto preocupada.

—Ahora está bien, pero.. quiere drogas.

Cierro los ojos y niego, los vuelvo a abrir.

—Tal vez debería llamar al médico en caso de que..

—De que..

Lo observo tragar, Ángel me pone la mano en el brazo.

—Has echo un buen trabajo, Megan, pero creo que lo mejor es que termine todo aquí.

—¿Qué? No..

Ángel se queda callado.

—Le prometí que sin importar que me quedaría con él y eso voy a hacer..

—Acabas de ver como...

—Tuvo un ataque de nervios. —Pronuncio.

—Es más que eso, Megan.

Sigo fiel a lo que creo, pero siento que solo busco una excusa para no romper la promesa que le hice a Callum.

—¿Quién no tiene un ataque cuando se entera que su ex se va a casar con otro hombre y más si sigue amando a la ex?

—¿Encontraron a Jackeline?

—Era un evento de caridad.

Ángel cierra los ojos. —Como no pensé en eso.

Aprieto los labios.

—Y se va a casar dices.

—Sí, ella misma nos presentó a su prometido.

—En que pensaba Jackeline. —Pronuncia Ángel. —Ahora entiendo.

—Lo vez, solo es un ataque.

—Megan..

—Estará bien. —Pronuncio. —Hare que este bien, por favor confía, confía en mí, Ángel.

Lo que vi hoy me dejo consternada y espero tener razón.

Quiero tener razón, de lo contrario..

¿Qué estoy haciendo?

Bajo los ReflectoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora