Capítulo Veintiséis

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Lucinda:

—¿Qué haces aquí?. —Pregunto al ver a Callum ingresar al consultorio donde trabajo.

—Vine a recoger a mi novia.. ¿No puedo?

Sonrio.

—Lucinda, necesito..

Justo ahora, Calvin.

—Hola.. ¿Callum, no? El cantante.

Callum se pone delante, antes de que yo pueda ir hacia ellos, Calvin le ofrece la mano amablemente, Callum tarda, pero acepta su apretón.

—Calvin..

—Callum, el novio de Lucinda.

Calvin abre los ojos.

—Así que ya novios.

—Si.. ¿Acaso ella no lo dijo?

—No, no lo dijo.

Callum me observa.

—De acuerdo, tenemos que irnos. —Tiro del brazo de Callum hacia la salida. —Te veo después, Calvin.








(*)










No ha dicho ni una sola palabra, ni una sola hasta que llegamos a su casa y soy yo quien intenta hablar.

—Callum..

—¿Por qué no le has dicho que somos novios?

Aquí vamos..

—No lo creí necesario, él ya sabe que tú eres a quien quiero. —le digo. —Además no hemos oficializado nada ¿No? Es decir, no me lo has pedido..

—¿Y el acostarnos la otra noche?

—¿Acostarnos es tu forma de pedirme ser tu novia?

—¿Qué es lo que quieres, Lucinda?. —Ahora eleva la voz. —¿Qué te lo pida frente a un escenario? ¿Eso es lo que quieres? ¿Presumirlo?

—Jamás te pediría algo como eso.

Creo que esas cosas nacen de uno, jamás espere que hiciera eso.

—Lo mejor es que me vaya ahora.

No quiero que discutamos.

Voy hacia la puerta y el me la cierra, Guardian quien estaba tranquilo, ha empezado a agitarse ante nuestra reacción.

—No.

—Callum, me quiero ir.

Me vuelvo hacia él, sus ojos me ven desesperados.

—No, no te vas a ir.. no así.

—Callum, suelta la manija.

Intento abrir la puerta y el empieza a forcejear conmigo.

—¡Habla conmigo, Lucinda!

—Te digo que no.

Intento que la suelte, pero no me deja.

—¡Me quiero ir!

Un empujón.

Callum me empuja con fuerza.

Y caigo al suelo.

Quedo en shock, tratando de entender su reacción y cuando levanto la mirada temblorosa, él ya ha caído a mi lado mientras Guardian ha comenzado a ladrar sin control.

—Lucinda, lo siento mucho. —Me pide perdón. —Lo lamento, no quise.

—Callum..

—Dios mio, mi amor, lo siento mucho. —Dice esta vez. —Te quiero, te quiero, Lucinda, sabes que te quiero... yo jamás, ha sido.. un err..

—Lo sé. —Le interrumpo mirándolo, sus ojos se ven muy arrepentidos. —Solo ha sido un error.

Callum vuelve a pedirme disculpas y me rodea con los brazos, su cuerpo tiembla y pide perdón una vez más.

Un error..

Solo eso ha sido..

Un error que se puede solucionar.

Bajo los ReflectoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora