Bajo los Reflectores

Capítulo Siete

Lucinda:

—Hazlo.

—Estas loca.

—Hazlo si no nuestro trato se cancela.

—Joder..

Sonrio victoriosa al ver como arroja las ultimas latas de cerveza al tacho.

—Perfecto.

—¿Algo más?

—La droga.

Callum alza las cejas.

—Se que tienes droga, dámela.

—Definitivamente estas loca.

Loca..

Pongo dos dedos en mi boca y suelto un silbido, los ojos de Callum se abren.

—Que poco femenina.

—¡Guardian!

Mi nuevo peludo amigo llega en cuatro patas hasta nosotros y comienza a lamerme cuando me coloco en su altura.

—¿Qué es esa cosa?

—Es un perro. —Le contesta Angel.

—Ya se que es un perro.

—Oh.. es un Rottweiler.

—¿Qué hace un perro en mi casa?

—Ahora es mi casa también ¿No?. —Le pregunto y acaricio al can. —Además encontré a este amigo mientras venia aquí y no podía dejarlo solo en la calle, no tiene collar.

—¿Trajiste un perro de la calle a mi casa?

Guardian comienza a ladrarle cuando me levanta la voz.

—Es un buen guardian..¿Quien es este perrito lindo?. —Pregunto y Guardian me vuelve a lamaer la cara. —Que bonito perrito, es un bonito perrito que vivirá con nosotros.

Callum tiene el rostro anonadado.

—Ahora. —Me pongo de pie. —Las drogas.

Angel se divierte con la situación.

—No hay drogas.

—¡Guardian!

Callum se asusta al pensar que lo mandare a atacarlo, pero lo que guardián hace es comenzar a olfatear.

—Espera..

Llega hasta el mueble y comienza a morder, Angel trata de detenerlo, pero le sorprende cuando cae una bolsita de hiervas.

Lo coge y observa con molestia a Callum.

Callum me observa a mi.

—Con razón olia a hierva el otro dia, pensé que se había quedado el olor de sauna.

—¿Tienen sauna aquí?

Angel asiente.

—Tengo que probarlo.

Me vuelvo hacia Callum.

—Y en cuanto a ti.

—Ese perro no se quedara.

Guardian llega a mi lado, me agacho y le cojo al carita, ambos miramos a Callum.

—¿Puedes decirle que no a esta cosita?

Lo estoy logrando, lo veo en su mirada.

—A el no, a ti si.

Resoplo.