Bajo los Reflectores

Capítulo Seis

Lucinda:

—¿Por qué tienes puesta mi ropa?.

Vaya primera pregunta de Callum al despertar.

—Me vomitaste.

Se rasca los ojos. —¿Qué?

—Me vomitaste. —Repito. —¿No lo recuerdas?

—¿Que yo te vomite?

Ruedo los ojos.

Él se levanta y yo retrocedo, se sienta sobre la cama y agacha la cabeza, pone ambas manos sobre su cabeza.

Debe estar doliéndole mucho.

—Un día de estos vas a llegar a una sobredosis.

—No quiero tus sermones, Lucy. —Me dice con fastidio. —No necesito otro Ángel en mi vida.

Ángel solo se preocupa por él.

—El día que tenga una sobredosis, ese día me preocupare por eso, ahora no.

Esta tan cegado.

Se pone de pie y mis ojos se abren al verlo desnudándose.

—¿Pero que haces?

Me giro dandole la espalda, pero lo he visto, al menos su torso tonificado, aunque ya lo he visto en revistas y en la portada de uno de sus albumes, que por cierto en su momento no deje de tocar y admirar, pero es muy diferente tenerlo en frente.

—¿Sabes que a muchas chicas les gustaria estar en tu lugar y no harian eso?

—Soy professional.

Su risa llena la habitación.

Callum camina detrás de mi y siento sus pasos cada vez más cerca.

—¿Me das permiso?. —Murmura sobre mi oido.

Un escalofríos me recorre y mis mejillas se acaloran.

—¿Qué?

Me vuelvo hacia el, esta demasiado cerca.

Callum levanta las cejas y sigo donde señala.

—Estas parada justo en mi armario.

Ohh..

Me aparto.

—Gracias, Lucy.

El saca una bata y se baja los pantalones frente a mi, su trasero desnudo queda ante mi vista.

Trasero redondo.

Trasero que quiero tocar.

Dios mio.

—Sigo aquí.

—¿Y qué con eso?

Se coloca la bata y pone los ojos en mí.

—¿Saldras o prefieres quedarte y verme bañarme, nena?

Señalo detrás de mí y quiero hablar, pero las palabras no brotan, me sonrojo y el sonríe.

Termino huyendo de la habitación.

(*)