Después de bañar a la embriagada y ahora bella durmiente Amelia, observé a Mike riendo como desquiciado viendo mi ropa de diseñador bañada en vómito.
-¿Sabes por qué no llamo a Michel de Recursos Humanos y te despido por irrespetuoso? Le susurré hablando bajo para que la mujer acostada a 6 pies de distancia no despertara. Y mi guardaespaldas rio con más fuerza todavía.
Asintió sin parar de reír. -Si me despide considérese borrado para siempre de la vida de Amelia porque ella me considera su amigo.
Lo fulminé con la mirada y frustrado lo hice salir de la habitación. Me desvestí y me quedé a su lado observándola. No podía dejar de verla y acariciar esa piel tan preciosa.
Sus labios me invitaban a besarlos y lo hice. La besé con cuidado de no despertarla y aunque pareciese extraño, allí junto a ella, era mi lugar preferido. ¿Qué estaba pasando conmigo? No podía seguir dándole riendas sueltas a mi corazón pero ya era muy tarde para poder controlarlo.
Maldito seas Eliezer! No puedes seguir mostrando tu debilidad! Ya te la llevaste a la cama las veces que quisiste, entonces por qué sigues mendigando como nunca lo habías hecho con nadie?
Se movió incómoda y se pegó a mi como si yo fuese suyo.
——————-
Desperté con un dolor de cabeza terrible. Esa Jackie me había hecho tomar a la fuerza.Y caí en la realidad. Eliezer estaba dormido a mi lado y solo traía un bóxer. Me revisé y tenía una pijama.
Cambié de color pero antes de hacer lo que tenía en mente, lo observaría un poquito. Acaricié la barba que le quedaba tan bien y sonreí para mi. ¡Qué tonta fuiste Amelia! Tú lo diste todo por amor y no recibiste nada.
Hoy era el último desfile y sabía que no volvería a verlo por mucho tiempo y me mordí los labios para no llorar y fracasé. Lo amaba demasiado.
Con todas mis fuerzas lo empujé de la cama y despertó mientras caía al suelo. Me miró asombrado y se levantó de prisa.
-¿Qué haces aquí? Yo espero que tú no me hallas tocado ni un pelo anoche porque soy capaz de...
Me miró dolido. -¿Capaz de denunciarme con la policía por traerte a tu hotel completamente borracha y bañada en tu propio vómito? O le dirás que este gentil hombre al que también vomitaste te bañó completita y luego te abrazó toda la noche?
Eliezer se sentó perdido y yo sufrí el mismo efecto. -Lo siento mucho, Dennys me llamó y me comunicó la situación. Me preocupé y fui a buscarte, habían revistas famosas y tu cara es reconocida por las portadas...
-¿Ahora te preocupas por mi? Lo interrumpí. Estaba casi temblando.
Asintió y su mirada fue sincera. -No dejo de preocuparme, no dejo de pensarte, no dejo de fastidiarme yo mismo por todo lo que te hice.
El se levantó y quiso acercarse a mi pero me alejé. Me dolía tanto el corazón que no pude contener mis lágrimas. -Yo solo te pido que no me hagas esto más difícil Eliezer, ya no quiero nada contigo.
Se detuvo y su mirada callada decayó. El sonido de un celular se dejó escuchar y el contestó. -A la orden!
Respiró profundo y acarició su cabello. -Estoy ocupado ahora mismo, esa junta puede ser atendida por mi hermano. Padre le he dicho que la cancele o lo convoque a él porque estoy resolviendo algo muy importante.
Colgó y apagó su celular.
Y sin darme chance a procesarlo ya me estaba abrazando. Lloré en sus brazos pero hoy había algo más. Eliezer acariciaba mi cabello y se veía confuso. -Amelia me gustas mucho.
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COMO EL VINO
RomanceAmelia Freid estudió muy duro para obtener el empleo de sus sueños. ¡Lo había logrado! Aún así, se sentía sola. Hasta que llegó el, aquel hombre de pelo canoso y de mirada seductora. El sería el culpable de su Gracia o de su Desgracia. Si tan solo e...