Le pedí a Mike que nos llevara hasta El Pasajero y en todo el camino no dijo una sola palabra.
Entró al departamento y me miró destruido. Cuando iba a hablar negué con mi cabeza y lo besé con cuidado. Desbotoné su camisa y lo llevé a la ducha.
Ahora mismo no podía exigirle que me hablara o que me mirara diferente porque en verdad se veía desorientado. -Estoy aquí para ti, no te dejaré solo mi amor.
Asintió y lo ayudé a bañarse.
Nos sentamos a ver las luces de Los Ángeles como en nuestra primera cita y me llevó a sus brazos. Me abrazaba fuerte y dejó salir todo aquello que se había tragado por una dos horas. Yo solo decidí escucharlo.
-Siempre di todo de mi! Nunca le había dicho que no en nada! Yo era su maldito juguete y me hizo abandonarme a mi y a mis hijas! Me dijo que le doy asco y que siente vergüenza de mi cuando yo lo único que he hecho es ser un maldito idiota Amelia y un adicto al trabajo!
...Abandoné a Gina por complacerlo y también te dejé a ti para irme a Londres solo para hacerlo feliz! Solo para cumplir con la responsabilidad de todos los Smith y de esta manera me paga?
-Quise matarlo con mis propias manos cuando te maltrató y por su ignorancia golpeó a mi madre.
Mientras se desahogaba yo le daba besos pequeños en su pecho. -Conmigo no volverá a jugar y estaré esperando que se meta contigo...
Lo miré asustada. -No quiero que esta guerra sea eterna. Tú amas a tu familia y lo mejor es que cuando te sientas listo hablen juntos.
Acaricié la barba de mi hombre. -Solo quisiera llevarme esa tristeza de tus ojos y traer de vuelta al Eliezer que todo lo controla.
En todo el rato que teníamos allí mostró por primera vez una leve sonrisa. -¿Sabes que con solo estar aquí me llenas el alma y reinicias el peor día Amelia? No te imaginas el amor y el aprecio que te tengo.
Aquello había salido de su corazón y su mirada lo reflejaba. -Te amo mi precioso.
Asintió y se levantó nervioso. -Prométeme que si esto se vuelve insoportable para ti y un problema para tu familia, aceptarás que yo te despida y firmarás el contrato con Canadá.
No entendía lo que intentaba decirme hasta que se arrodilló a mi lado. -Quiero que seas mi mujer Amelia, que vivamos juntos. Disfrutarte y llenarte de amor como una pareja de verdad sin esconder nada pero quiero que entiendas lo que trato de decirte... esto se complicará. Papá buscará vengarse de mi y sabe que tú eres mi debilidad ahora mismo. Por eso te digo que si en algún momento no puedo protegerte o sucede algo que te hiera como lo que hizo hoy mi padre, quiero que dejemos esto. Es más, yo mismo me alejaré.
-Nada me herirá más que te alejes de mi. Eliezer, hemos luchado mucho para estar juntos y no es momento para rendirnos. Además yo puedo soportar a tu padre por ti.
El me miró enamorado. -No quiero que lo soportes, quiero que lo enfrentes y eso traerá consecuencias. No puedo soportar que alguien lastime a las personas que amo y te aseguro que mis hijas también sufrirán esto.
Me abrazó y besó mi frente. -Amelia, no quiero dejarte ir nunca.
-Solo no lo hagas. Le susurré aceptando sus caricias íntimas. -Luchemos juntos.
Gemí al sentirlo dentro mío y amé sus jadeos. -Te metiste hasta en mis huesos mi gatita.
Aquello que sentía por este hombre me había hecho ver el mundo de otra manera. Eliezer ha luchado toda su vida para ser libre y ahora que está a punto de lograrlo las dificultades han comenzado. Lo miré dormir y no podía negar que todavía tenía en mi mente la mirada de su padre. Le tenía miedo a ese hombre pero confiaba en que mi amor me cuidaría.
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COMO EL VINO
RomanceAmelia Freid estudió muy duro para obtener el empleo de sus sueños. ¡Lo había logrado! Aún así, se sentía sola. Hasta que llegó el, aquel hombre de pelo canoso y de mirada seductora. El sería el culpable de su Gracia o de su Desgracia. Si tan solo e...